La Voz de Galicia

«Se estaba aquí, en Negueira, é por algo; os vellos non eran parvos»

Sociedad

23 Nov 2014. Actualizado a las 05:00 h.

El branco lexítimo que destaca por su frescura en Betanzos tiene otras características en el sur. Explica Antonio Saborido que «houbo un ano no que, a 28 de agosto, a uva daba 14 grados e 6 de acidez, por 11,5 e 7 da albariña».

¿Y qué sucede en Negueira de Muñiz? Este municipio, el más pequeño de Galicia, tiene un microclima templado, que confiere también características especiales al vino. «Aquí temos ata sobreiras, que é unha árbore mediterránea», describe Manuel Cancio, que produce unas 3.500 botellas de su branco lexítimo, Panchín. Pero no este año: «Unha sarabiada deixounos sen colleita, así que non podemos embotellar. É a primeira en máis de 40 anos».

Aquí la uva recibe otro nombre, branca do país, y procede también de cepas bicentenarias, «que nin os meus avós saben o tempo que teñen», afirma. Cancio lleva 14 años trabajando esta uva, pero en los últimos tiempos realizó experimentos con otras variedades, como godello, treixadura, loureiro e incluso una francesa. «Perdín cinco anos e quedei coa branca do país, que era a que mellor ía, con diferenza. Se estaba aquí, en Negueira, é por algo; os vellos non eran parvos», reflexiona.

Así como Betanzos produce bajo el paraguas de la identificación Viño da Terra de Betanzos, y Barbanza, como Viño da Terra de Barbanza e Iria, ninguna denominación ampara al vino de Negueira. «Temos pedida a consideración de subzona da Ribeira Sacra, pero non hai noticias do asunto», dice Cancio.

Restaurantes y vinotecas

La pequeña producción de branco lexítimo que por ahora tiene Galicia imposibilita una comercialización profusa. Por ahora, el vino se está colocando en restaurantes, vinotecas y tiendas de delicatesen.

José Crusat, de Adega Entre os Ríos (A Pobra do Caramiñal), puso en el mercado 273 botellas el año pasado. «Volaron en cinco días porque la gente tiene ganas de probar la uva», afirma. Crusat lamenta que el 2014 haya sido «un año escaso para todos a causa de la botritis». Pero ahora tiene más vides en producción y podrá sacar su vino a pesar de todo. «La uva es extraordinaria -defiende-. Cuando aún no se podía vinificar me tiré a la piscina y aposté por ella».

Hoy está plenamente satisfecha. Por la calidad que tiene, considera «un error» dedicarla solo a vino del año, así que apuesta por la guarda. No descarta una combinación con el albariño.


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