La Voz de Galicia

Crean una mano biónica controlada por la mente de los trasplantados

Sociedad

r. romar redacción / la voz

La nueva técnica recupera las conexiones que permiten la movilidad

26 Feb 2015. Actualizado a las 05:00 h.

El cerebro da la orden, pero la mano no responde. Permanece inmóvil. Esto es lo que les ocurre a las personas con daños en su plexo braquial, una red de nervios localizada en la base del cuello que conecta con los responsables de controlar el movimiento de las extremidades superiores.

La mano queda inútil y no existe, a día de hoy, ninguna intervención quirúrgica que ofrezca garantías para recuperar la movilidad en este tipo de lesiones, que suelen ocurrir en deportes de colisión como el fútbol o el rugbi. La única esperanza pasa por un técnica presentada en la revista médica Lancet denominada reconstrucción biónica, que permite a los pacientes utilizar una prótesis robótica controlada por la mente. La clave, en este caso, no es el implante, sino la recuperación de las conexiones nerviosas. El procedimiento se probó con éxito entre el 2011 y el 2014 en tres pacientes austríacos con lesiones en el plexo braquial. Los afectados pudieron realizar tareas cotidianas de diversa complejidad, que van desde acciones relativamente simples como recoger una pelota, servir un vaso de agua o recoger una llave a otras más complejas como usar las dos manos para desabrochar los botones de una camisa.

La nueva técnica, que combina el uso de prótesis robóticas, trasplantes musculares y nerviosos y la amputación selectiva de la mano, fue desarrollada por Oskar Aszmann, director del Laboratorio Christian Doppler de la Universidad Médica de Viena, en colaboración con el departamento de Ingeniería de la Neurorrehabilitación del Centro Médico Universitario de Gotinga (Alemania).

Aprendizaje virtual

«Las actuales técnicas quirúrgicas para este tipo de lesiones son ineficaces», explica Aszmann, quien destaca que el verdadero avance científico que han conseguido ha sido «crear y extraer nuevas señales neuronales a través de transferencias nerviosas amplificadas mediante el trasplante muscular. Estas señales se han descodificado y traducido para controlar la mano».

El tratamiento se produjo en dos etapas. Primero se identificaron y crearon señales electromiográficas útiles para el control de la extremidad robótica y luego se amputaron las manos de los pacientes para reemplazarlas por la prótesis. Antes de este proceso, los lesionados tuvieron que participar durante meses en un programa de formación cognitiva para activar los músculos y luego para aprender a utilizar las señales eléctricas para controlar una mano virtual.

Los creadores de la reconstrucción biónica aseguran que el procedimiento es reproducible para tratar a otros pacientes. «No existen -explica Oskar Aszmann- limitaciones técnicas o quirúrgicas que impidan que se realice en centros con experiencia y recursos similares».


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