Tres hermanos para el cosmopolita Resas
Sociedad
El local de los Iglesias experimenta con la cocina cosmopolita y con los productos tradicionales en pleno corazón de la zona vieja de Santiago
12 Jul 2015. Actualizado a las 05:00 h.
Los tres hermanos Iglesias, de una familia que en Santiago se ha dedicado al mundo de la hostelería (abrió El Muelle, que conservan en la actualidad), han recorrido varios países para mejorar su formación y al final han vuelto a sus orígenes, en Compostela, para alimentar un proyecto gastronómico, el restaurante Resas, que experimenta con la cocina cosmopolita y con los productos tradicionales en pleno corazón de la zona vieja, en la Algalia de Abaixo. Jorge y Pablo, los hermanos más viajeros, se han unido con Enrique, el encargado de la gestión y administración, para demostrar que es posible alimentar los sueños cuando hay un proyecto sólido que los sustenta.
Desde hace más de un año, Resas combina la oferta de productos tradicionales, preparados con técnicas creativas, con platos de marcado corte oriental, continental europeo y latinoamericano (bajo la influencia de las cocinas japonesa, peruana y francesa). El tataki de atún rojo (lomo de atún marcado a la plancha y sazonado con aceite de sésamo), el entrecot de ternera gallega (coción controlada a 60 grados del producto envasado al vacío, calentado al baño de maría y marcado en la plancha) o la tarta de manzana (hojaldre con crema pastelera, pasas maceradas en vino dulce y helado de vainilla, todo hecho al momento) se han convertido en tres emblemas del nuevo local.
Con una carta más amplia de platos creativos y con proyectos de cambios a corto plazo, los responsables de la gestión del local quieren mirar más al interior (a los productos de temporada de Galicia, a los que consideran que les pueden sacar más partido) y aplicar depuradas técnicas que han mostrado su solvencia en la cocina continental europea, en la japonesa y en la peruana. Su pasión por la cocina oriental y por la versión peruana les guiará en la nueva etapa, en la que también quieren ensayar renovadas combinaciones con productos gallegos.
El éxito del proyecto puesto en marcha marca el rumbo del local, que quieren convertir en un centro de experimentación culinaria (de cocina y de cócteles, sobre todo) y una casa donde nadie que entre dude que comerá bien. De momento los clientes les acompañan (aconsejan reservar, en especial los fines de semana, para evitar quedarse sin mesa) y animan a seguir. Y los tres hermanos prometen arrimar el hombro para que Santiago destaque por una ciudad donde la cocina cosmopolita reina y convive con los productos de la tierra.
Desde 20 euros
SANTIAGO. Algalia de Abaixo, 33
Tel. 981 589 878
Cierra el domingo por la noche.