«Rosetta» alcanza su punto crítico
Sociedad
La sonda que orbita el cometa 67P llega al punto más cercano al Sol
14 Aug 2015. Actualizado a las 05:00 h.
La sonda europea Rosetta acompañó ayer al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en su paso por el punto más cercano al Sol en su órbita. El momento exacto de perihelio se produjo a las 16 horas a una distancia del Sol de 186 millones de kilómetros, a 265 millones de la Tierra.
El cometa 67P incrementa su actividad durante el perihelio, momento en que el material helado que lo forma se evapora expulsando chorros de polvo y gas. De hecho, los últimos datos recogidos revelan que el astro arroja actualmente una cantidad de vapor de agua mil veces superior a la de hace un año, cuando la sonda Rosetta pudo realizar las primeras mediciones. Además del gas, el cometa lanza más de 1.000 kilogramos por segundo de polvo.
«La actividad seguirá siendo alta durante las próximas semanas. Estamos deseando ver cuántas expulsiones de gas y estallidos podremos recoger», declaró Nicolas Altobelli, un científico que participa en el proyecto
El proceso de expulsión es crítico, ya que los materiales que desprende el astro puede dañar los sistemas de observación y orientación de la sonda europea. «En los últimos días, nos hemos visto forzados a alejar la sonda del cometa», aclaró el director de operaciones Sylvain Lodiot. «Actualmente estamos a una distancia donde los aparatos de observación pueden operar sin ser desorientados por el polvo del cometa. Sin ellos, la sonda no podría situarse en el espacio».
Sin embargo, estas emanaciones son clave para que Rosetta cumpla su principal misión, desentrañar la formación del Sistema Solar.
La sonda fue lanzada al espacio por la Agencia Espacial Europea (ESA) en el 2004 y, tras 10 años y más de 6.000 kilómetros de travesía interestelar, alcanzó el cometa 67P en agosto del 2014.
Estos cuerpos celestes contienen material que data del nacimiento del Sol y los planetas, y la misión Rosetta se aprobó para analizar la superficie y el interior del astro esperando obtener datos sobre el origen de la vida. Gracias a los análisis de la sonda, se ha descubierto que el astro está formado por moléculas inertes de nitrógeno y carbono que existían antes del nacimiento del cometa. El astrofísico francés Jean-Pierre Bibring afirmó que es probable que esta sea «la materia primordial que una vez sembrada en nuestros océanos hizo posible la emergencia de la vida».
La ESA decidió, ante el éxito de la empresa y el buen estado de la sonda, ampliar la misión Rosetta hasta septiembre del 2016, cuando se prevé que la nave aterrice en la superficie del cometa 67P, dando por finalizada, así, una de las odiseas más exitosas en la exploración espacial.