Joshua Wong: «Cameron ofrece un banquete a Xi mientras en China destrozan los Derechos Humanos»
Sociedad
El activista sigue en Londres la visita del líder chino y será juzgado la próxima semana
23 Oct 2015. Actualizado a las 05:00 h.
El líder de las protestas pro apertura democrática en Hong Kong en el 2014, Joshua Wong, está estos días en Londres. Viaja a la sombra del presidente chino, Xi Jinping. La semana que viene se enfrenta a un juicio que le puede condenar a cinco años en prisión.
-¿Cómo fue la participación en la protesta contra la visita del presidente chino a Londres?
-Fui para mostrar mi apoyo a los activistas de Derechos Humanos en China. No digo que sea adecuado para Xi Jinping visitar Londres, yo solo tenía más expectativas en David Cameron, en que no se centrase solo en dar prioridad a la inversión bancaria o el comercio. Cameron silencia el asunto de los Derechos Humanos y le ofrece una comida deliciosa en el banquete de Estado al presidente chino mientras que activistas como Liu Xiaobo siguen en la cárcel y no tienen acceso a una comida digna. La situación es irónica.
-¿Y cómo vio la reunión del líder laborista Corbyn con Xi?
-Espero que cualquier político o miembro de la sociedad civil dé voz a los Derechos Humanos y le señale al Gobierno chino que adopte la Declaración Conjunta chino-británica prometida en 1984 para Hong Kong. Hicieron una promesa pero todavía no hemos recibido nada.
-El lunes se enfrenta a un juicio en Hong Kong por «reunión ilegal» e «incitación a terceros a participar en una reunión ilegal».
-Puedo llegar a enfrentarme a una pena de cinco años en prisión, es una persecución política. Esa fue mi mejor misión en cuatro años de militancia estudiantil. En cuanto al juicio, no sé qué ocurrirá. Si tengo que pagar un precio por organizar al movimiento solo quiero decir que seguiremos en la lucha hasta que consigamos lo que pedimos.
-Ha sufrido agresiones de desconocidos en Hong Kong. ¿Cómo es su día a día allí ahora?
-Hong Kong aún es seguro. El lunes, martes y viernes tengo que ir a los juzgados. Serán sesiones de tres o cuatro horas. No puedo continuar con mi vida normal y acudir a clases en la universidad regularmente. No soy el mejor estudiante ni tengo el mejor expediente. Comencé mi primer semestre en la universidad pocas semanas antes de la Revolución de los Paraguas. ¿Cómo iba a dejar el movimiento ciudadano y volver a las clases?
-Para jóvenes en Hong Kong, Taiwán y Malasia, usted es un ejemplo. La revista «Time» le nombró uno de los 25 jóvenes de mayor influencia en 2014, ¿siente presión?
-Tengo mucho poder y mucha responsabilidad y debo pagar un precio por ello. Quiero demostrar que la política no es solo para gente de más de 40 ó 50 años, sino para toda una nueva generación e incluso para los que estamos todavía estudiando.
-Habla de la nueva generación, ¿cómo la podría describir?
-Tenemos más flexibilidad para formar parte de movimientos ciudadanos y menos presión que nuestros padres para luchar.
-¿Y quién es su mayor influencia en este momento?
-Mis padres me apoyan siempre. Ellos no quieren estar en primera fila pero me dejan hacer lo que yo quiero. Les tengo que dar las gracias porque me ayudan mucho. Tengo compañeros a los que sus padres borran los contactos en el teléfono o les desaconsejan participar en las protestas por miedo a represalias en su trabajo en el futuro, pero ese no es mi caso.
-¿Alguna otra referencia que motive su lucha?
-La causa por la que lucho no es porque nadie me motive, es porque nací en Hong Kong, vivo allí, me gusta y quiero contribuir a que tengamos un mejor futuro. Eso es todo.
-¿Y qué es lo que sueña para Hong Kong?
-Lograr que llegue la democracia, pero a corto plazo, que el movimiento ciudadano tenga más representación en las próximas elecciones, que haya más voces de la calle en las instituciones y explicar a los políticos que no solo protestamos en la calle.