El papa pide dignidad para los gais en un libro-entrevista
Sociedad
La obra «El nombre de Dios es misericordia» analiza la esencia de su pontificado y sale a la venta mañana en 80 países
11 Jan 2016. Actualizado a las 05:00 h.
La corrupción, la homosexualidad, la anulación del matrimonio y la comunión de los divorciados son los temas candentes que el papa Francisco afronta en el libro entrevista que mañana se publica en más de 80 países, entre ellos España. Escrito por el periodista Andrea Tornielli, el volumen lleva por título El nombre de Dios es misericordia, y es fruto de una larga charla con el vaticanista el pasado mes de julio en la residencia de Santa Marta donde vive el pontífice, quien, por cierto, no eludió ninguna pregunta.
En el libro se analiza en profundidad la idea y la esencia del pontificado de Bergoglio para el que, como ya demostró dedicando el Año Jubilar extraordinario a la misericordia, ningún pecado es demasiado grande a los ojos de Dios, que es misericordioso. En sus respuestas al vaticanista, Bergoglio insiste en la importancia de sentirse pequeños, necesitados de ayuda y pecadores, pero también da una solución: «La medicina existe, la cura existe si solo damos un pequeño paso hacia Dios, o por lo menos, tenemos el deseo de darlo». Es esta para Francisco, la misericordia de Dios: «Una gran luz de amor, de ternura, porque Dios perdona no con un decreto sino con una caricia», que todos necesitan «incluido el papa».
Uno de los temas que toca en profundidad es la corrupción, que Francisco critica con firmeza, como ya ha hecho en diversos momentos de su pontificado. Para el papa hay una importante diferencia entre pecador y corrupto que explica de esta manera: «El primero reconoce con humildad ser pecador y pide continuamente el perdón para poder levantarse, mientras que el corrupto es elevado a sistema, se convierte en un hábito mental, en un modo de vida». Bergoglio va más lejos cuando insiste diciendo que «el corrupto es quien peca, no se arrepiente y finge ser cristiano; quien se lamenta por la escasa seguridad en las calles, pero después engaña al Estado evadiendo impuestos. Con su doble vida, escandaliza».
Durante su conversación con Tornielli, el papa subraya la importancia de hablar siempre de «personas homosexuales», porque «antes es la persona, con su entereza y dignidad. La persona no va definida solo por su tendencia sexual», y recuerda las palabras pronunciadas en el vuelo de regreso de Brasil a Roma en el 2013 cuando dijo: «Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?». Y es que para él la iglesia acoge a todos, y cuenta que una prostituta de Buenos Aires le dio las gracias, no por el paquete de Navidad, sino porque la llamó «señora».
Francisco habla a través de su experiencia poniendo ejemplos de su vida. Sobre los divorciados que se han vuelto a casar recuerda al marido de su sobrina, divorciado y vuelto a casarse antes de la anulación, que cada semana iba a confesarse y, anticipándose al sacerdote, le decía: «Sé que no me puede absolver, pero he pecado, deme una bendición». «Esto es un hombre religiosamente formado», asegura el papa. En la entrevista no faltan críticas como las que hace a los procesos de nulidad matrimonial cuyos trámites califica de «largos y costosos», justificando así la reciente reforma que los hace más ágiles, sencillos y económicos.