Físicos de la USC diseñan el acelerador de partículas que se activará en el 2019
Sociedad
Un equipo de 22 investigadores de Santiago participan en los experimentos del CERN
18 Sep 2016. Actualizado a las 05:00 h.
Varios son los departamentos responsables de la proyección internacional de la Universidade de Santiago (USC), pero quizás el que lleva más tiempo exportando el buen hacer de sus reputados técnicos sea el área de Física de Altas Energías de la Facultade de Física, porque sus investigadores están vinculados al Centro Europeo de Investigación en Física de Partículas (CERN) y a la puesta en marcha del gran colisionador de hadrones de Ginebra desde que se gestó el proyecto. Lo recuerda el doctor Abraham Gallas, uno de los investigadores de dicho departamento «a Universidade de Santiago xa estaba ahí hai vinte anos, cando se propuxo este experimento».
Hoy, el acelerador de partículas es conocido en todo el mundo por la fascinación que supone la construcción de un gran túnel de 27 kilómetros en el que se reproducen las condiciones que dieron lugar al origen del universo, y en ese foro tiene mucho que decir la USC, que además fue anfitriona esta semana de los doscientos investigadores del CERN que se reunieron en Santiago para presentar los resultados de la colaboración internacional de un experimento, el LHCb, que involucra a 1.174 miembros de 69 instituciones científicas de 16 países. «Na análise dos datos, o grupo de Santiago xogou un papel importante», destaca Gallas. No en vano la USC tiene a 22 investigadores trabajando en el proyecto. Son seis profesores, cinco investigadores posdoctorales, siete estudiantes de doctorado, un técnico en microelectrónica, dos ingenieros especializados en detectores de silicio y un ingeniero informático.
Además de participar en los experimentos en los que se centraron las últimas investigaciones -descubrir por qué en el origen del universo la materia venció a la antimateria-, la USC tiene también una importante representación en el equipo técnico que trabaja en la mejora del acelerador de partículas. «Hai distintos grupos de físicos no CERN, pero non só; tamén expertos en tecnoloxía que traballan nos detectores de posicións resistentes ás radiacións».
Quizás lo más llamativo es que hay también un grupo procedente de la universidad compostelana que trabaja en la mejora del sistema de disparo del acelerador; es decir, en el mecanismo que consigue liberar ahora una energía de catorce Tera-electron-Volts (TeV) necesaria para hacer colisionar los haces de protones que simulan las condiciones del origen del universo. La intención es mejorar en el futuro esas condiciones para alcanzar más velocidad y liberar una energía mucho mayor, con vistas a los nuevos experimentos que se pondrán en marcha en el 2019, y en la maquinaria precisa -los investigadores le llaman trigger por tratarse de un gatillo o un disparador- están ahora los técnicos del equipo compostelano. «A idea -explica el físico de la USC y uno de los organizadores del congreso- é acadar moitos máis datos e ter unha precisión máis alta nas análises».
En la primera fase de los experimentos en el gran colisionador de hadrones se evidenció por primera vez la existencia del bosón de Higgs, una partícula necesaria para la formación de la materia. En la segunda parte de los estudios se constató que en el origen del universo la materia venció a la antimateria, y ahora se trata de averiguar el porqué. En estos años se hallaron nuevas partículas, como los pentaquarks, que contienen cinco quarks de valencia, frente a los tres quarks de los protones y neutrones o los dos que tiene un mesón. También se creyó haber descubierto una nueva partícula con más masa que el bosón de Higgs, aunque luego no se pudieron corroborar esas evidencias.
En el túnel de Ginebra se hacen colisionar o se aceleran hasta velocidades de vértigo partículas minúsculas similares a las que, tras el big bang, dieron origen al universo; y en ese fascinante proyecto y en sus innovadores estudios figura con nota la universidad compostelana.