Álvaro Bilbao: «En crianza, cualquier idea llevada al extremo puede hacer que el niño sufra»

No, no hay que elegir bando. Que los niños duerman no solo depende del colecho o del método Estivill. Para explicar que cada niño y cada familia son únicos y que existen caminos alternativos, el neuropsicólogo Álvaro Bilbao ha escrito Todos a cama.

-Los niños duermen distinto. ¿Por qué no lo entendemos?

- Hay padres que tienen expectativas irrealistas, que creen que todos los niños deberían dormir más o menos como duermen las primeras semanas, que duermen mucho y muy tranquilitos y luego aparecen los cólicos de lactante, los padres se ponen nerviosos y a veces se dan plazos, como que a los 6 meses no llore, que al año duerma la noche del tirón... Y en realidad son plazos muy cortos para un cerebro en desarrollo como el de los niños.

-¿Habría que explicárselo?

-Muchos padres ganarían una buena dosis de tranquilidad y de descanso si igual que se hacen los cursos de preparación al parto tuvieran alguna especie de formación respecto al sueño. Pero es verdad que lo primero que haces es formarte para lo más importante, lo más urgente, y dejas estas otras informaciones, que ni siquiera los científicos conocen muy bien, porque te pones a leer libros de expertos y unos abogan de manera muy clara por un estilo, otros por otro... Pero cada método tiene sus pros y sus contras y a veces un término medio también tiene que estar dentro del menú.

-El libro habla de la tercera vía, que parece que es la de lo que se ha hecho toda la vida.

-Efectivamente. Es lo que muchos padres hacen de manera instintiva y cuando les hablas de colecho o de Estivill te miran extrañados, porque no han hecho ni una cosa ni la otra. Esa pregunta te la hacen tanto que piensas si la gente no se da cuenta de que hay un tercer camino. Por eso escribí el libro, para que quede patente que hay más opciones.

-¿El único secreto es seguir el instinto?

-El instinto ayuda mucho, pero también tener información de por qué está llorando, recordar que lo más importante para dormir es estar tranquilo. Si buscas que el niño duerma es muy posible que no lo consigas, si buscas que esté tranquilo pues posiblemente sí.

-Una frase típica es que si el niño duerme siempre en brazos se va a volver caprichoso.

-Hay un montón de ideas preconcebidas. Es cierto que si se acostumbra a estar en brazos puede que lo vaya necesitando en algunas partes del proceso, pero no tiene que ser malo, porque le ayudas a estar tranquilo. Otra cosa dicha es que un biberón lleno de cereales va a hacer que duerma toda la noche y hay estudios que demuestran que no es verdad. Hay muchas cosas dichas pero pocas son verdad.

-Que generan presión y la autoexigencia de ser buenos padres

-Muchísimo. Hemos llegado a un estado en el que se califica a los padres como buenos o malos si dan el pecho o no, si portean o no, si lo llevan a clases de chino... Al final hay tal cantidad de obligaciones como padres que cada uno tiene que seguir su instinto, su estilo y no se puede juzgar a nadie. Pero es que es un mundo muy competitivo, porque siempre nos miramos unos padres a otros y aunque no te digan nada, solo con ver a un padre que lo portea te parece que tú eres menos. Parte del problema viene de que se ha elegido un nombre nefasto para el estilo de crianza que incluye el porteo, el colecho y la lactancia a demanda.

-La crianza natural.

-Ahora se habla más de la crianza respetuosa. Dentro de los que practican la crianza con apego, respetuosa o natural, hay padres muy poco respetuosos, niños que tienen un apego seguro, otros inseguro... Depende de tantas cosas que pensar que por portear, colechar y dar leche materna vas a hacer que tu hijo sea maravilloso... Cualquier idea llevada al extremo y mal ejecutada puede provocar que el niño sufra.