Aterrizaje de emergencia de la nave Soyuz tras un fallo en los cohetes impulsores
Sociedad
Los dos tripulantes, Alexéi Ovchinin y el estadounidense Nick Hague, están a salvo. Los equipos de rescate aseguran haber visto un paracaídas descendiendo con la nave
11 Oct 2018. Actualizado a las 18:40 h.
La nave Soyuz MS-10, que despegó este jueves desde el cosmódromo ruso de Baikonur con el cosmonauta Alexéi Ovchinin y el astronauta de la NASA Nick Hague a bordo, se ha visto obligada a regresar y aterrizar en Kazajistán por un fallo en el motor, han informado las agencias rusas. La tripulación está sana y salva. Les salvó que el sistema de salvamento en caso de avería que llevan incorporadas todas las naves tripuladas rusas funcionó correctamente en su debido momento. «Gracias al cielo, los cosmonautas están vivos», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Aterrizaron a unos 20 kilómetros de la localidad de Jezkazgan, en medio de la inhóspita estepa kazaja.
Esta es la segunda vez en la historia de las Soyuz que la cápsula en la que van los tripulantes es eyectada para salvar la vida de sus ocupantes, la única buena noticia de la jornada para la industria espacial rusa, que a las 08.40 GMT hizo despegar la nave hacia la Estación Espacial Internacional (EEI), donde debía pasar unos seis meses. Minutos más tarde, instantes después de la separación de la primera etapa del cohete, la Soyuz MS-10 registró «una situación anormal». Fueron breves minutos de gran tensión, en los que se perdió la comunicación con los cosmonautas.
Estaba previsto que la nave diese cuatro vueltas a la Tierra para acoplarse seis horas después a la EEI, donde se encuentran los miembros de la misión 57. Tras el incidente, los equipos de rescate divisaron desde la distancia su cápsula descendiendo en paracaídas y, a continuación, la comunicación con ellos fue recuperada. En cuanto pisaron suelo, fueron trasladados al hospital en el cosmódromo de Baikonur, para poner rumbo a la Ciudad de las Estrellas en las afueras de Moscú.