La Voz de Galicia

«El Camino puede morir de éxito si el turismo barato supera a los peregrinos»

Sociedad

xurxo melchor santiago / la voz presidente del comité internacional de expertos del camino

Reclama protección urbanística para la ruta, pero también que no prevalezca en ella lo lúdico sobre lo espiritual y cultural

03 May 2019. Actualizado a las 12:49 h.

Paolo Caucci von Saucken (Ascoli Piceno, Italia, 1941) llegó a Galicia en 1968 para terminar su tesis sobre la huella de la leyenda artúrica en las letras españolas. Pero cuando pisó la tierra de Breogán perdió el interés por el rey que blandía la espada Excalibur y se enamoró del Camino de Santiago. Hoy es uno de los mayores conocedores de la peregrinación jacobea y preside el comité internacional de expertos de la ruta del Apóstol. Esta semana estuvo en Compostela para participar en las conferencias que el Consejo General del Poder Judicial organizó en el Museo das Peregrinacións. Una actividad dirigida por la magistrada del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia María Dolores Rivera Frade con la que se ha formado a los jueces en la protección del patrimonio histórico.

-¿Cómo está de salud el Camino?

-Goza de buena salud, pero es una salud muy frágil. No es una salud permanente y esto es algo que tenemos que saberlo. Tiene muchos puntos débiles que debemos cuidar y que tienen que ver principalmente con la defensa física del Camino.

-¿Y cómo se defiende físicamente la ruta?

-El Camino fue defendido físicamente desde el principio. Por el Códice Calixtino que dice por dónde pasa y qué hay que visitar en cada punto, por los reyes de Castilla, Navarra y Galicia que decretaron fueros, dieron privilegios o construyeron puentes. Y ahora también, porque las leyes que hacen las comunidades autónomas y el Estado español son buenas y muestran que hay un gran interés en proteger el Camino físicamente. Lo que pasa es que no siempre se respetan y por eso vemos que se asfaltan trozos o se intenta construir una nave industrial junto a la ruta. El entorno, el paisaje, es también muy importante y hay que cuidarlo. No puede ser que se haga un parque eólico cerca del Camino y eso está pasando.

-Además de lo físico, está también lo cultural, lo espiritual...

-Eso es, y también es un punto débil. Al Camino está llegando mucha gente y otro riesgo es que se produzca un cambio en el sentido de la ruta. Y esta protección de la cultura y de la espiritualidad del Camino es mucho más difícil, porque si la ley impide construir a menos de 150 metros del Camino o se respeta o no se respeta la ley, ¿pero cómo podemos hacer una ley para que no haya jóvenes haciendo el Camino de juerga en juerga? Eso es imposible.

-¿Es peligroso que se haya puesto tan de moda el Camino?

-Es peligroso y es difícil de evitar. Sigue habiendo una parte muy buena entre los peregrinos. Casi todos son buenos peregrinos, peregrinos verdaderos, que sufren, que andan, que caminan por motivos religiosos, espirituales o culturales, pero en el verano empieza a haber otro tipo de peregrinos. Se convierte en vacaciones baratas y creo que estas personas también tienen derecho a hacer el Camino por estos motivos, pero existe el riesgo de que cambien espiritual y culturalmente el valor del Camino.

-¿Podría morir de éxito?

-Sí, el Camino puede morir de éxito si la avalancha de turismo barato supera a los buenos peregrinos. Si la parte lúdica gana a la parte espiritual el Camino se convertirá en otra cosa, se convertirá en una gran romería, una gran fiesta en la que todos cantan, bailan y se divierten, pero que hará que los verdaderos peregrinos se vayan a otras rutas, como a Roma. Esta es una corriente que estamos empezando a ver y hay quienes dicen que la ruta a Roma es más auténtica. No es verdad, yo soy italiano y digo que sigue siendo más auténtica la ruta a Santiago. Sin embargo, sí hay gente que está empezando a escapar de esa avalancha turística En el buen Camino siempre hay una llamada y una búsqueda. Un momento en el que el peregrino siente que debe ir a Santiago, pero a buscar algo, pero si esa llamada llega de los amigos para ir de fiesta, pues ya se convierte en otra cosa.

-¿Y cómo protegemos espiritualmente el Camino?

-Lo primero es que la Iglesia haga su parte. Por ejemplo, que las iglesias del Camino estén abiertas y que se favorezca cualquier tipo de congreso o publicación que incida en el carácter cultural y espiritual del Camino. Que se diga constantemente lo que es en verdad el Camino de Santiago y se explique su simbología.

«Un cristiano debe peregrinar primero a Santiago para después ir a Roma y Jerusalén» 

El currículo de Paolo Caucci es apabullante. Doctor en Derecho y en Letras Modernas por la Universidad de Florencia, ha sido lector de italiano y profesor en cursos en la Universidade de Santiago y hasta el 2012 ocupó cátedra en la Universidad de Perugia. Es experto en literatura hispánica y entre sus muchos cargos relacionados con la ruta jacobea está el de ser el presidente del Centro Italiano de Estudios Compostelanos. «Nosotros entregamos en Italia 16.000 credenciales al año. Los italianos somos los extranjeros que más acuden al Camino», asegura con orgullo.

-Últimamente, cada año se bate el récord de peregrinos. ¿Hay tope?

-El aumento exponencial corresponde a una moda, pero también a que cada peregrino cuando vuelve a su casa se convierte en un promotor natural del Camino. La de Santiago es la gran peregrinación a pie del mundo. No hay ninguna mayor. Un dato que lo deja claro es que el mayor número de cofradías relacionadas con un santuario en Europa son las de Compostela. Esta es una ruta tan larga, tan difícil y una experiencia tan profunda que cada peregrino quiere guardar la memoria de su experiencia y por eso lo promociona en su país. Creo que el tope máximo llegará en el 2021. Un cristiano debe peregrinar primero a Santiago, porque es la verdadera peregrinación, para después ir a Roma y a Jerusalén. Hay que ir a occidente, al Finisterre, para después ir como meta a oriente, a la tumba de Jesús.

-¿Ha visto la restauración de la catedral?

-Sí, claro. Espero que con los años recupere su calor, pero ha quedado perfecta, era necesario.

-¿Y ha visto cómo ha quedado el pórtico de la Gloria?

-¡Maravilloso!


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