Un 20 % de los ciudadanos europeos no confían en las vacunas: una amenaza para la salud mundial
Sociedad
Francia está a la cabeza del movimiento antivacunas
20 Jun 2019. Actualizado a las 16:05 h.
Las vacunas son el medicamento que más vidas ha salvado a lo largo de la historia pero, a pesar de todo, la gente sigue desconfiando de ellas. Esta desconfianza pública significa que el mundo está retrocediendo en la lucha contra las enfermedades infecciosas mortales pero prevenibles, advierten los expertos.
Ahora, acaba de publicarse el mayor estudio global sobre las actitudes respecto a la inmunización. El llamado Wellcome Global Monitor sondeó a más de 140.000 personas mayores de 15 años en 140 países. ¿La conclusión? Más de tres cuartas partes de la población mundial consideran las vacunas «seguras» y «efectivas». En concreto, el estudio, que aporta un planteamiento general, detectó que más del 79 % de la población mundial cree que las vacunas son «seguras» y el 84 % «efectivas». En las regiones del mundo con rentas altas se registró una menor certeza hacia la seguridad que revisten estos tratamientos. Así, un 72 % de personas en Estados Unidos y un 73 % en el norte de Europa se muestran convencidas de que se puede confiar en su utilidad. En Europa occidental la cifra es menor, un 59 %, y en Europa del este solo un 40 % las considera seguras.
En cambio, en aquellas regiones del mundo con renta baja la proporción de individuos que confían en sus garantías es mucho mayor, con porcentajes de hasta el 95 % en regiones del sur de Asia y del 92 % en zonas del este de África.
Jeremy Farrar, director de Wellcome (fundación independiente dedicada a la investigación científica), destacó que la encuesta aporta «una visión sin precedentes de la relación existente entre la ciencia y la sociedad por todo el mundo».
«Las vacunas, por ejemplo, son una de nuestras herramientas sanitarias públicas más poderosas, y necesitamos que la gente tenga confianza en ellas», subrayó.
Se destacan los casos llamativos de Bangladés y Ruanda, donde se halló el nivel más alto de confianza en las vacunas -«casi un acuerdo universal» acerca de su seguridad, efectividad e importancia-, mientras que en Ruanda se detectó el mayor nivel de confianza en su sistema sanitario, con el 97 %.
En el caso de Europa, sin embargo, alrededor de un quinto de la población del continente o bien no está de acuerdo o no está convencido de que sean tratamientos dignos de credibilidad.
Los niveles más bajos de confianza se registran en Europa occidental, donde un 22 % no cree que sean seguras, mientras que en Europa del este un 17 % no está de acuerdo con que sean efectivas. Se remarca, el «escepticismo» de Francia, que muestra el nivel de confianza más bajo a nivel global. Un tercio de sus ciudadanos opina que las vacunas no son seguras y un 10 % no cree que sean importantes para los niños.
El sondeo observa también que el 92 % de los padres de todo el mundo aseguran haber vacunado a sus hijos y otro 92 % de personas -incluso las que no tienen hijos- considera importante que los niños estén inmunizados.
Charlie Weller, responsable de vacunas de Wellcome, consideró que «es necesario asegurarse de que las personas confían en la seguridad y la efectividad de las vacunas».
Además de la actitud hacia la vacunación, la encuesta cuestiona a los participantes por su actitud hacia el personal sanitario e identifica que tres cuartas partes de la población mundial -el 73 %- confía en médicos y enfermeras, más que en cualquier otra persona, a la hora de recibir asesoramiento sanitario.
En otro apartado relativo a la ciencia, un 72 % dice que confía en los científicos, pero más de la mitad -el 57 %- confiesa no conocer mucho la materia y casi uno de cada cinco -el 19 %- piensa que este saber no les beneficia a nivel personal.
Imran Khan, responsable de relaciones públicas de Wellcome, resalta, por su parte, que la encuesta «muestra claramente que las creencias de las personas sobre la ciencia están profundamente afectadas por su cultura, contexto, y procedencia».
Otro dato curioso revela que los hombres son más propensos a afirmar que saben «algo» o «mucho» sobre ciencia, con un 49 % frente al 38 % de las mujeres.