Coronapoly, la competencia solidaria del Monopoly
Sociedad
Una niña de 13 años adapta el tradicional juego de mesa a las situaciones especiales originadas por el coronavirus
18 Apr 2020. Actualizado a las 10:30 h.
Irene Rueda Jácome tiene 13 años, vive en A Coruña y es una apasionada de los juegos de mesa. Explica que con esto del confinamiento ella y su hermano Juan ya tienen muy manidos los que tienen por casa, así que se le ocurrió crear uno nuevo adaptado a los tiempos que corren. «Lo bautizamos Coronapoly y, como se puede deducir por el nombre, está inspirado en el Monopoly», explica. Su propuesta, sin embargo, no se basa en negociar y adquirir el máximo número de propiedades inmobiliarias, sino que gana el que más y mejor cumple con las normas del estado de alarma y evita caer en la bancarrota de la salud que supone el coronavirus.
Irene dice que en tan solo media tarde creó este nuevo juego, reciclando una caja de cartón de pizza y otra de cereales. «Las recorté y monte, con el Monopoly original al lado, fui creando las casillas y las tarjetas». Así, en vez de comprar edificios, pagar impuestos, cobrar alquileres o pagar salarios, en el Coronapoly manda la solidaridad. La multa por salir a la calle sin causa justificada oscila entre los 100 y los 200 euros; por la compra o por la donación de mascarilla pagas o ingresas 400 euros; conseguir un respirador cuesta 350; una clase virtual, 100 euros; conectarse a las videollamadas múltiples de la aplicación Zoom, 320 euros; o por Skype, 300. La compra de papel higiénico le cuesta al jugador la módica cantidad de 280 euros, y conectarse a Netflix, 240 euros. También hay servicio de ambulancias, el respiro de los aplausos de las 8 de la tarde, ingresos en la uci y los partes diarios de Fernando Simón.
Los padres de Irene son Fernando Rueda, médico de cardiología infantil en el CHUAC, y Rita Jácome, enfermera en oncología pediátrica. Los dos están en primera línea luchando contra el coronavirus y explican que sus hijos saben y entienden la gravedad de esta pandemia. «El día que hizo el juego, Irene me llamó para contármelo. Como tenemos diferentes horarios y hacemos guardias, estuvo esperando a que estuviéramos todos libres para estrenar el Coronapoly con toda la familia en casa. La verdad es que es sorprendente. Todos somos unos apasionados de los juegos de mesa y lo hizo con todo lujo de detalles: con las tarjetas de Suerte, que son los aplausos de las ocho, con la caja de la comunidad, que son los ingresos en la UCI... Pero lo que más me sorprendió es que incluye los nombres de varios políticos, como Pedro Sánchez, Irene Montero o Fernando Simón Calvo, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad. «Se ve que últimamente les hacemos ver mucho el telediario... porque saben quién es cada uno». Irene explica que su hermano Juan, que tiene 12 años, le ayudó a pintar el tablero y las cartas. «Y fue el quien ganó la primera partida». Por algo estos dos hermanos están cumpliendo el confinamiento rajatabla.