La Voz de Galicia

Este ourensano sabe que el show debe continuar

Sociedad

María Doallo Ourense

Pablo Estévez se mete en la piel de artistas como Freddie Mercury o Tina Turner para animar el confinamiento a sus vecinos

15 May 2020. Actualizado a las 00:54 h.

El ourensano Pablo Estévez admite que siempre le gustaron el carnaval y las artes escénicas aunque es ingeniero especializado en hidráulica de profesión. El confinamiento vino a demostrarle que la actuación no solo le era vocacional sino que además su espectáculo engancha al público, al menos a todos aquellos que tienen la oportunidad de disfrutarlo estos días. Pablo es ese vecino que cualquiera querría tener en su edificio para pasar el estado de alarma. Desde que comenzó, cada tarde, tras los aplausos a los sanitarios, saca sus bártulos al patio interior y con ellos, presenta cada día a un nuevo personaje. Siempre artistas musicales y siempre con reconocimiento mundial. Así, en este último mes ha sido ya Freddie Mercury, Michael Jackson, Beyoncé, Prince, Tina Turner, David Bisbal o El Fary, entre muchos otros. «Todo comenzó con el afán de entretener y divertir a mis hijos, Mario y Gaby, y porque a nuestro vecino Dani -de 6 años- le encanta disfrazarse y quería que saliésemos con él. Yo soy muy carnavalero y lo di todo desde el primer día, al resto de vecinos les encantó la idea y desde entonces no he parado», explica. Con luces, altavoz, máquina de humo y hasta con purple rain, claro: «Me las ingenié, para algo soy ingeniero hidráulico». Lo prepara todo una hora antes de la actuación con ayuda de su mujer, María Sabas, y publica el personaje o deja la intriga servida en su página de Facebook, donde retransmite en directo cada performance. El entusiasmo por verle a diario no ha dejado de crecer, por eso Pablo, que lleva un año parado, admite que le encantaría poder dedicarse a esto de alguna manera: «No pretendo nada más que hacer disfrutar a los que me vean». ¿Y qué hace cuando tiene un día malo? «Pues salir igualmente porque lo que hago es también al final una terapia interna. No concibo la vida sin el buen humor y creo que es tan efectivo como el ibuprofeno. Reírse es importantísimo y es que ya se sabe que the show must go on», termina.

 


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