La Voz de Galicia

Julio Iglesias, caminando con dificultad por las playas dominicanas

Sociedad

Arantza Furundarena Colpisa

Unas fotos muestran al cantante visiblemente achacoso,  pero acompañado de dos jóvenes que le ayudan a desplazarse

18 Aug 2020. Actualizado a las 12:41 h.

Como una cruel cura de vanidad, circulan por el ciberespacio unas imágenes con Julio Iglesias en plan: «Hey, no vayas presumiendo por ahí...» Porque la verdad es que el cantante no está para muchos alardes. Presenta serias dificultades de movilidad, y se apoya en dos... ¿Muletas? No, por favor, que estamos hablando de Julio Iglesias, probablemente el hombre más mujeriego del mundo. Él se apoya en dos mulatas. Jóvenes y de buen ver. Porque, aunque el 23 de septiembre cumplirá 77, el que tuvo retuvo y guardó para la vejez. Eso sí, Papuchi (su señor padre) llegó a esa edad en mejores condiciones físicas. Pero es que él no había sufrido, como el pobre Julio, un grave accidente de tráfico que le dejó secuelas de por vida.

Algunas todavía recordamos el paso de Julio Iglesias por el pabellón de Galicia en la Expo de Sevilla del 92. Vendían allí unos amuletos de cerámica de Sargadelos y el cantante decidió adquirir un buen número de ellos... «A ver si me los pongo por todo el cuerpo y me curan», dijo, probablemente refiriéndose a la dolorosa lesión de espalda que ha arrastrado desde que estrelló su coche contra un seto justo un día antes de cumplir los veinte años. De aquello está visto que no se curó. De lo otro (su ansia infinita de seducción) tampoco. Nada más guardarse los amuletos en el bolsillo, Julio se dedicó a ligotear con cuanta periodista le salía al paso. Su padre, también. Pero cesó toda actividad en cuanto le anunciaron que le esperaba un bogavante azul en la mesa.

De «pata flaca»

Las fotos de ese Julio renqueante en bañador, difundidas en Sálvame, y que han dado pie a comentarios como que «Julio Iglesias está muy cascado» o que «está fatal», han sido robadas en el acceso a su playa privada de la República Dominicana. En ellas se aprecia al cantante visiblemente achacoso. Él mismo ha reconocido alguna vez ser hombre de 'pata flaca', pero aún así llama la atención la fragilidad de sus piernas, en las que pueden verse algunos vendajes o apósitos. Vestido únicamente con un traje de baño negro oversize, Julio camina a duras penas hacia el mar apoyando su peso en los antebrazos de las dos esculturales jóvenes en bikini.

Cabe preguntarse por qué Miranda, la mujer con la que lleva casi treinta años de convivencia, no echa una mano a su marido... ¿Será que no está o que ha preferido quedarse «de miranda»? El caso es que Julio, por una cosa o por otra, lleva ya seis años sin actuar en España. Iba a hacerlo este verano para celebrar su medio siglo en la música, pero la pandemia del coronavirus ha obligado a cancelar los conciertos que tenía previstos en Andalucía, Alicante y Mérida, con todas las entradas vendidas... «Me retiraré cuando me retiren», advertía el cantante en una entrevista el pasado junio. Una mala racha de salud podría adelantar ese adiós. Aunque Julio es mucho Julio y no hay que descartar que vuelva a hacer el agosto con una gira. De lo que no parece dispuesto a retirarse jamás Iglesias es de la buena compañía.


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