Fabiola y Bertín Osborne se separan
Sociedad
La pareja, que tiene dos hijos en común, ha emitido este mismo domingo un comunicado confirmando la noticia. Lee a continuación lo que expone
17 Jan 2021. Actualizado a las 22:33 h.
Tras catorce años de matrimonio, Bertín Osborne y Fabiola Martínez se separan. La pareja, que tiene dos hijos en común, ha emitido este mismo domingo un comunicado confirmando la noticia a través del programa Viva la vida. El primero hijo de la pareja, Kike, nació en el 2007 prematuro y afectado por una grave lesión cerebral producto de una infección intrauterina provocada por la bacteria Listeria. El 29 de abril del 2008 durante la presentación de Va por ellos, Bertín anunció que esperaba su segundo hijo junto a Fabiola, Carlos, que nació el 20 de noviembre de ese mismo año. Debido a la enfermedad de su hijo mayor, el matrimonio se mostró siempre muy implicado y unido a través de la Fundación Bertín Osborne. De hecho, visitaron en el 2012 A Coruña dentro del marco del Congreso «Lo que de verdad importa» para mostrar apoyo a todas las familias que como ellos tenían el mismo problema.
En el comunicado Bertín expone:
«Queridos amigos, como supongo que ya sabéis, Fabiola y yo nos hemos separado hace poco tiempo. No hay un motivo concreto, sino problemas de convivencia. No hay, ni ha habido terceras personas que nos hayan motivado a tomar esta decisión y si la dificultad de convivir con nuestras distintas personalidad. No hay terceras personas. Yo confieso que soy complicado en el día a día y asumo toda la responsabilidad en los motivos que han dado lugar a esta decisión. De Fabiola solo puedo decir que es una persona maravillosa, gran compañera, estupenda mujer y como madre, es literalmente única Espero que, aunque vivamos separados, sigamos unidos en la amistad de nuestras familias.
Os ruego de corazon que no haya especulaciones, porque sencillamente no hay más motivos que los que os transmito. Os ruego también que al tener dos hijos menores, uno de ellos muy dependiente, respetéis mi decisión de no hablar de este tema.
Para mí es muy doloroso por cuanto, como ya os he dicho, mi manera de ser y mi personalidad han sido determinantes en esta separación. Mis hijos tendrán el cariño de sus padres como siempre y entre nosotros siempre habrá cariño y respeto».
Fabiola, de origen venezolano, y Bertín se conocieron en el 2001 a través de un cásting. Él quería grabar un videoclip para sus disco de rancheras y necesitaba a una modelo. Fue amor a primera vista, aunque la pareja, sin necesidad de esconderse, se mantuvo alejada del foco y en los primeros años no se mostraron en público.
Los últimos meses para el matrimonio han estado marcados por la pandemia del coronavirus que han vivido disfrutando del campo y volcados en sus pequeños. Su mayor miedo durante este tiempo ha sido que su hijo Kike contrajera la enfermedad. Una realidad que sufrieron el pasado mes de septiembre. «Después de tanto protegernos, cuidarnos, aislarnos… y todo lo que indicaban hacer, lo hemos pillado. Con este virus tenemos que aprender a convivir como nos ha pasado con muchas enfermedades a lo largo de la historia. Esta va a ser una más de la que habremos aprendido», contaba Fabiola. Finalmente, el pequeño superó el temido virus de forma satisfactoria sin tener síntomas. «Está fuerte como un toro», tranquilizaba su orgullosa mamá.
Bertín y Fabiola se casaron el 10 de junio del 2006 en el marco de un sonado enlace que tuvo lugar en Sevilla y que acaparó la atención de prensa y público, así como de las portadas de las revistas de nuestro país. Y al enlace acudieron las hijas del cantante, Alejandra, Eugenia y Claudia, que el artista tuvo con su primera esposa, Sandra Domecq, fallecida de cáncer en agosto del 2004 y con la que siempre mantuvo una gran amistad hasta su fallecimiento. Las tres hijas mayores de Bertín han estado muy cerca de la pareja y, dada la poca diferencia de edad con Fabiola (de 48 años), han compartido juntas muchos momentos. De hecho, Bertín tiene nietos de la edad de su hijo pequeño y en muchas ocasiones se han mostrado como una familia amplia, unida y feliz, que no dudaba en ayudarse en todo lo que fuese necesario.