Mil vacunas en la Cidade da Cultura como prueba para una campaña masiva
Sociedad
Si la experiencia es positiva el sábado se trasladará a todas las áreas sanitarias
11 Mar 2021. Actualizado a las 22:05 h.
El Servizo Galego de Saúde recibió el martes 30.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca, con las que en principio no se contaba, y quiere utilizarlas, además de para avanzar en la campaña de inmunización, para prepararse ante un posible incremento significativo de las dosis remitidas por el Ministerio de Sanidad en las próximas semanas, que podrían hacer necesario la implementación de una campaña masiva y la utilización de grandes espacios. Para ello, tal como adelantó el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, este jueves se llevará a cabo en la Cidade da Cultura, ubicada en el monte Gaiás de Santiago de Compostela, una primera prueba piloto con 1.000 personas citadas de entre 50 y 55 años. Concretamente, como también puntualizó el conselleiro, pueden ser llamadas las personas nacidas entre el 11 de marzo de 1965 y el 31 de diciembre de 1971.
El sistema de citación, en contra de lo que ocurre con los mayores de 80 años, a los que se les llama por teléfono personalmente, será automático. Es decir, los citados recibirán una llamada pregrabada en la que se les da cuenta de su convocatoria y en la que tienen que confirmar su asistencia porque, en caso contrario «esa vacina empregarase para outra persoa», como señaló Comesaña. El objetivo es «ter as vacunas mínimas na neveira» y darle salida a las dosis de AstraZeneca que de momento en España no se pueden utilizar para mayores de 55 años. Además, se persigue comprobar que el sistema de citas funciona para poder implementarlo en el resto del proceso.
Los turnos empiezan por los apellidos de la letra H, al igual que en el otro colectivo de población general, el de los mayores de 80 años, después de que así se decidiese a través de un sorteo ante notario, con lo que en este caso en Santiago se llamará básicamente a personas cuyo primer apellido empieza por H y en algunos caso también por L. Los implicados, al margen de esa llamada automática, también pueden comprobar en la página del Servizo Galego de Saúde, www.sergas.es, si están o no correctamente citados.
Si el ensayo sale como se espera el sábado se trasladará al resto de las áreas sanitarias con el objetivo de vacunar a otros 20.000 ciudadanos. Serían 4.000 en la de A Coruña, 3.700 en el distrito coruñés y 300 en el Hospital Virxe da Xunqueira de Cee; 4.400 en Vigo; 2.200 en Ourense, 1.750 en la capital, 250 en O Barco y 200 en Verín; 1.700 en Lugo, con 300 en A Mariña y 300 en Monforte; 1.300 en Ferrol y 2.200 en Pontevedra, de los que 1.700 se vacunarían en la capital y 500 en el Salnés. En este último caso en el recinto de Fexdega, mientras que en el resto aún se están ultimando los espacios más adecuados, porque tal como señaló el conselleiro es necesario que los vacunados cuenten con una zona de espera para aguardar los 15 minutos preceptivos para ver si sufren alguna reacción adversa de entidad y que los profesionales dispongan de las condiciones ergonómicas y de higiene y seguridad suficientes para poder trabajar.
De todos modos el grueso de la campaña de vacunación en Galicia no pasa de momento por los grandes recintos. La base de todo es el grupo de 200 profesionales de enfermería que se están desplazando a los centros de salud, generalmente los de las cabeceras de comarca, y a los hospitales. Proceden de atención primaria y es de este servicio, al que el conselleiro le mostró expresamente su agradecimiento, del que se va a seguir tirando para ampliar las capacidades. De hecho, otras 2.700 enfermeras y enfermeros están llamados a participar estos días en un curso específico de formación a través de una plataforma digital. Estas pruebas masivas se realizan, como explica el Sergas, para estar preparados en caso de que la llegada de dosis sea tan importante que se haga necesario recurrir a otros formatos. Entre tanto, la campaña sigue avanzando con colectivos profesionales, gracias a las vacunas de AstraZeneca, y con los mayores de 80 años, a los que se le inoculan los sueros de Pfizer, fundamentalmente, y los pocos que van llegando de Moderna. De hecho, el Sergas tiene en cuenta también a las personas que no se pueden desplazar a los centros de salud para acudir a inyectarlas en sus casas.