La quinta ola ha costado el doble de vidas de las admitidas por Sanidad
Sociedad
Epidemiología revela un exceso de mortalidad en los dos últimos meses de 9.441 individuos frente a los 4.782 recogidos por el ministerio
30 Sep 2021. Actualizado a las 19:16 h.
Las estadísticas del Ministerio de Sanidad sobre la mortalidad en esta quinta ola -tras meses sin aparentes contradicciones con los informes de exceso de mortalidad del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) después de los desbarajustes de las primeras semanas de la pandemia- vuelven a presentar importantes diferencias con los datos sobre fallecidos de los registros civiles.
Estos últimos informes, fechados el pasado 21 de septiembre, revelan que la ultima embestida del virus de este pasado verano, que se desató por el relajamiento de las medidas sociales tras el fin del curso, se habría cobrado el doble de vidas de las que apuntan las tablas del departamento que dirige Carolina Darias.
El último informe del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), que se nutre de los datos recogidos en los 3.999 registros civiles informatizados del Ministerio de Justicia y que corresponden al 93 % de la población española, constata una período de exceso de mortalidad entre el 19 de julio y el pasado 18 de septiembre, que básicamente coincidiría con el descenso de la quinta ola tras hollar la cima infectiva a finales de julio y, por ende, con el incremento del número de fallecidos, que siempre comienza semanas después del pico de contagios. De acuerdo con MoMo, durante esos dos meses se produjeron en España 74.583 muertes, cuando lo esperado por la serie histórica debería haber sido 65.142.
O sea, en esos 60 días tuvieron lugar 9.441 decesos en exceso (un 14,5% más de lo esperado de acuerdo con las estadísticas de las últimas décadas) sin que en ese período en España se haya dado otra circunstancia extraordinaria que no fuera la pandemia. Es más, en esos dos meses la incidencia de buena parte de otras enfermedades (particularmente las respiratorias e infectivas) ha seguido en descenso precisamente por las medidas para evitar la transmisión del coronavirus.
Solo el 50,6%
Sin embargo, las estadísticas del Ministerio de Sanidad el 19 de julio computaban 81.119 muertos mientras que el 20 de septiembre (el 18 fue sábado y no hubo datos de la Administración central) se registró un acumulado de fallecidos de 85.901. O lo que es lo mismo, de acuerdo con los datos del Ejecutivo central, que se nutre a su vez de los de las autonomías, en esos dos meses tuvieron lugar «solo» 4.782 fallecimientos, únicamente el 50,6% de los que aparecen en las tablas de MoMo.
El regreso de estas diferencias tan importantes entre las estadísticas de los registros civiles y las del Ministerio de Sanidad ha sorprendido incluso a estadísticos del Ministerio de Justicia, pues se trata de divergencias más típicas de los primeros meses de la pandemia, cuando durante buena parte de la primavera de 2020 las tablas del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES) no registraron como fallecidos por covid a aquellas personas que antes del deceso no contaban con una PCR que atestiguara que tenían el virus.
Desaparecidos
En esa primera oleada, el MoMo certificó un período de exceso de mortalidad entre 10 de marzo, con el diagnóstico de los primeros casos, y el 9 de mayo, fin de la primera embestida tras el confinamiento domiciliario nacional, en el que se contabilizaron 46.635 muertes no esperadas frente a los «solo» 26.478 decesos por la pandemia admitidos por Sanidad en esos primeros dos meses de azote del coronavirus en España. Aun así, en esa primera etapa el porcentaje de «fallecidos desaparecidos» de las estadísticas del CCAES (un 43,3%) fue incluso menor que el de desaparecidos de esta última oleada (49,4%).
Tras los problemas en la contabilización de fallecidos de las primeras semanas de la pandemia las cosas parecían haber vuelto a su cauce. En las siguientes olas del virus que, según MoMo provocaron otros cuatro nuevos excesos de mortalidad (que no siempre coincidieron exactamente con las olas) las estadísticas de Sanidad y de los registros civiles presentaron diferencias menores y, que según los expertos, sí que era asumibles «estadísticamente», algo que no ocurre en esta quinta ola donde han vuelto a desaparecer miles de fallecidos.