La Voz de Galicia

¿Qué hace un grupo de ballenas azules en Galicia en otoño?

Sociedad

Xavier Fonseca

Científicos avistaron esta semana varios ejemplares en las aguas de la costa sur gallega

25 Dec 2022. Actualizado a las 16:10 h.

Las gallegas y los gallegos no son los únicos que han estado disfrutando del tiempo anticiclónico durante la última semana y media. La circulación del nordés asociada a las altas presiones siempre pone en marcha los afloramientos costeros. Este fenómeno oceánico llena de alimento las aguas de las Rías Baixas. Las ballenas lo saben y han aprovechado la ocasión para darse un buen festín.

Los investigadores del BDRI, un centro para el estudio y conservación de la biodiversidad marina, con sede en O Grove, calificaron la jornada del pasado martes como «inolvidable» tras el avistamiento de varios ejemplares de ballena azul y rorcual común. «Cinco ballenas azules avistadas por nuestro equipo el martes en aguas del sur de Galicia. Pudimos estudiar el comportamiento de alimentación en superficie de estos gigantes que nos sorprendieron con sus movimientos sincronizados bajo el agua. En la misma zona también observamos cuatro rorcuales comunes y un rorcual aliblanco», publicaron en redes sociales.

La comunidad científica confirma año tras año que los animales más grandes que habitan la Tierra están regresando a la que un día fue su casa. Las ballenas han aprendido a lo largo de generaciones que la costa gallega es uno de los litorales más ricos del mundo debido al afloramiento que activan los giros anticiclónicos. El viento del norte, que sopla cuando dominan las altas presiones, empuja las aguas superficiales hacia la plataforma oceánica generando un déficit que la naturaleza rápidamente compensa con aguas frías que afloran desde el fondo. Ascienden cargadas de nutrientes y cuando entran en contacto con la luz solar se producen explosiones de fitoplancton, un microorganismo que se encuentra al comienzo de la cadena alimenticia y que atrae al resto de especies marinas, desde las sardinas a las ballenas.

Estas explosiones de vida son habituales en primavera y verano, cuando predomina la influencia del anticiclón. Pero los efectos de las altas presiones de los últimos diez días han reactivado los afloramientos y las ballenas enseguida lo han percibido. Los mamíferos han modificado temporalmente sus rutas y han venido a pasar el puente del Pilar para alimentarse antes de proseguir con sus largas migraciones por los océanos del planeta.

Otros afloramientos

Este evento natural ocurre en las zonas donde hay sistemas de altas presiones idénticos al de Azores. Los afloramientos se desarrollan también en Sudáfrica, California, Portugal, noroeste de África, Chile y Perú. Aquí están las aguas más ricas del mundo y, por tanto, algunos de los bancos de pesca más productivos de la Tierra. En la costa sur del Pacífico, el fenómeno del Niño representa una serio problema porque interrumpe precisamente el afloramiento costero y paraliza la pesca en las costas chilenas y peruanas. Los pescadores fueron los primeros en detectar el calentamiento de sus aguas, que siempre comienza en octubre y culmina en diciembre, cerca de la Navidad. Por ello, decidieron bautizarlo como El Niño. Años más tarde, la comunidad científica descubrió que este fenómeno tiene repercusiones en el clima mundial.

Este mecanismo de ascenso de aguas gélidas y cargadas de nutrientes es, además, protagonista de una curiosa paradoja o capricho de la madre naturaleza ya que se produce frente a los litorales de los grandes desiertos de la Tierra. A lo largo del mundo el aire asciende y desciende dentro de un entramado de corrientes atmosféricas cuya finalidad es compensar las diferencias de temperatura entre el ecuador y los polos. En las zonas donde el aire cae hacia la superficie se encuentran los anticiclones semipermanentes, como el de las Azores. Y cuando la columna de aire se mueve de arriba hacia abajo evita que haya evaporación y, por tanto, que precipite. Cuatro de los desiertos más importantes del mundo son los del Sáhara, Mojave, Kalahari y Atacama. 

Esas zonas desérticas son lugares inhóspitos, sin vegetación y con muy poca fauna. Sin embargo, sus mares se encuentra entre los más productivos debido a la presencia de los anticiclones oceánicos que producen los afloramientos. El caso más cercano es el banco de pesca canario-sahariano, que también abarca la costa portuguesa. 


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