Alberto de Mónaco confirma que la dolencia de Charlene «no es solo física»
Sociedad
Además también explicó que no se encuentra en el Principado y que «está mejor, pero todavía necesita descanso y paz»
18 Nov 2021. Actualizado a las 19:36 h.
Tras meses de incesantes rumores, en los que muchos ya daban por seguro el divorcio de Alberto y Charlene de Mónaco, finalmente desde el palacio monegasco han terminado por hablar sobre lo que le ocurre a la princesa. Tras su vuelta a Mónaco a principios de mes, ya se vio que lucía un aspecto muy desmejorado.
Su estancia en Sudáfrica se prolongó inesperadamente durante seis meses por una grave infección de oídos y boca que se complicó hasta el punto de que tuvo que pasar varias veces por quirófano. Eso la mantuvo alejada de su marido y de sus dos hijos, Gabriella y Jacques. Mientras se recuperaba su familia viajó desde Mónaco para visitarla, pero su dolencia le hacía imposible volver en avión al palacio.
Hace unos días, desde el palacio de Mónaco explicaron que Charlene iba a retirarse un tiempo de la vida pública para recuperarse al cien por cien, ya que se rumoreaba que no iba a residir junto a Alberto y sus dos hijos. Ahora, es Alberto de Mónaco, al que le acaba de salir un nuevo hijo ilegítimo (y van unos cuantos ya) el que ha confirmado que la dolencia de Charlene «no es solo física».
Lo hizo en una entrevista en Monaco Martin, con motivo del Día Nacional de Mónaco, donde además explicó que Charlene «no está en el Principado, pero podremos visitarla muy pronto. No puedo decir más por discreción». El príncipe añadió que su esposa «Está mejor, pero todavía necesita descanso y paz. Hay fatiga, no solo física, que solo se puede tratar con un período de descanso y seguimiento».
Antes de su viaje a Sudáfrica ya se especulaba con que vivía en un apartamento situados a 300 metros del palacio de los Grimaldi. Pero el caso es que su paradero actual es un completo misterio.
El príncipe, de 63 años, también habló de su papel como padre de los dos hijos mellizos que tuvo con la exnadadora. Admitió que «he escuchado a demasiados amigos y conocidos decirme que se arrepienten de no haber estado para sus hijos» y por este motivo, quiere ser un padre presente en su día a día.
Charlene, la princesa triste
A sus 43 años, Charlene de Mónaco ostenta desde hace tiempo el título de la princesa triste. La exnadadora se casó con Alberto de Mónaco hace diez años, con 33, cuando él tenía 53. La imagen de su boda de ensueño dio la vuelta al mundo, no por la pomposidad del enlace, que también, si no por su semblante durante las nupcias.
Las lágrimas de Charlene al salir de la iglesia, un gesto común entre muchas recién desposadas, se interpretaron por la opinión pública más como una señal de tristeza y desamparo que como felicidad y emoción. Todo ello se unió a la información publicada por el francés L'Express, en la que se aseguraba que la ya princesa de Mónaco se habría intentado escapar no una, ni dos, sino hasta tres veces, para evitar la celebración del matrimonio.
Igualmente, la salida a la luz del controvertido contrato que la aristócrata se vio obligada a firmar antes de las nupcias también dio mucho de que hablar. Aunque la práctica es común en todas las familias reales europeas, las estipulaciones del caso concreto hicieron saltar todas las alarmas. El acuerdo incluía la obligación de que Charlene permaneciese casada con Alberto durante cinco años, así como darle un heredero que garantizase la continuidad de la dinastía Grimaldi.