La Voz de Galicia

Los centros de salud se desbordan: «Está siendo la peor ola para nosotros»

Sociedad

Elisa Álvarez
Colas de ayer, domingo, para hacer test de antígenos en el auditorio Vidal Bolaño de la USC

La atención primaria hace seguimiento a casi 24.000 pacientes con covid

27 Dec 2021. Actualizado a las 05:00 h.

Galicia sumó en la jornada de ayer 24.252 pacientes con infección activa de covid. De ellos están hospitalizados 274, el 1,1 %. El resto, asintomáticos o sin síntomas graves, cumplen aislamiento en sus domicilios. Pero ¿quién hace seguimiento a estos enfermos? El personal de los centros de atención primaria. Casi 24.000 personas a las que hay que controlar telefónicamente. Este pico máximo, además, llega en plenas vacaciones navideñas, con sanitarios disfrutando de sus merecidos días de permiso y vacaciones. ¿La consecuencia? Los centros de salud de Galicia están desbordados de trabajo.

«Está siendo la peor ola para nosotros», dice Susana Aldecoa, médica de familia y presidenta de la sociedad científica Agamfec. No tanto a nivel psicológico, de ansiedad, matiza, «pero en cuanto a volumen de trabajo, sí». En torno al 40-50 % de su actividad diaria se relaciona en estos momentos con el covid: controles de la enfermedad, tramitación de bajas, peticiones de pruebas PCR, resultados... «y cada día un poco peor que el anterior», ya que los casos no dejan de subir. A esto se suman las ausencias de compañeros por permisos o bajas, «ya que también hay gente con covid y otras enfermedades». En las zonas más urbanas las agendas diarias están en esta época entre los 50 y los 70 pacientes diarios en función de cuántos médicos falten. «Mi tope fue el pasado viernes, con 75 [en relación al día 17], pero es poco frecuente», señala Aldecoa.

En el ambulatorio Concepción Arenal, de la capital gallega, relatan una situación parecida. «Hoy —por el jueves—, 60 pacientes citados, la mitad relacionados con covid», dice Jesús Sueiro, facultativo de este centro. Las cuentas, explica, son fáciles de echar: «más contagios que nunca, menos hospitalizados que nunca». La sobrecarga, por lo tanto, está en primaria. En Fontiñas, otro de los principales centros de salud de Santiago, relatan un escenario idéntico: «A situación é moi mala, creo que desde que comezou a pandemia non vimos un nivel de saturación tal. O feito de que a poboación estea vacinada fai que a carga do seguimento dos positivos se centre practicamente en primaria», explica un sanitario.

Hay que atender a los pacientes propios y a los de los compañeros, porque son días críticos en los que algunos están de permiso, «dobramos quenda para que poidamos descansar algún día. Esta semana —por la pasada— eu dobrei dous días, é raro que baixemos dos 50 doentes nunha xornada ordinaria, e isto non ten visos de mellorar», agrega.

Sin refuerzos

El Sergas lo ha dicho por activa y por pasiva: no hay médicos ni personal de enfermería para hacer sustituciones, por lo que este personal tiene que cubrir a sus compañeros. Sí ha habido refuerzos entre los administrativos, cuenta la presidenta de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria, Agamfec, «pero nuestras ausencias las estamos repartiendo». ¿Soluciones? Aldecoa se ríe del anuncio del Gobierno central de contratar a profesionales jubilados. «Como decía un compañero, si hoy contratas a un médico que lleve un par de años fuera le da un infarto o una fibrilación auricular. En dos años esto ha cambiado mucho», indica. Los facultativos se desesperan. «¿Por qué seguimos renovando recetas de crónicos? ¿Por qué seguimos renovando bajas? ¿Por qué sigo haciendo informes para viajar?», se lamenta Aldecoa, médica de familia en un centro de salud de Vigo.

Entre las tareas de la atención primaria está el seguimiento de los positivos que están en sus domicilios. Marta y su hijo Lucas son dos de ellos. Tienen síntomas, aunque no graves. El enfermero de Lucas lo llama «todos los días» y la semana pasada hacía el seguimiento de 28 menores. En el caso de Marta, recibe llamadas cada 48 horas y su enfermera tiene a 40 pacientes con covid. Esto provoca que los sanitarios empleen horas en controlar a los enfermos a domicilio, a lo que hay que sumar peticiones de pruebas PCR, altas y bajas.

El comité clínico decidirá hoy sobre las cabalgatas y los cotillones

Los concellos ya están valorando planes alternativos por si hay que reducir aforos

La Voz

Será hoy cuando el comité clínico se reúna, a las seis de la tarde, para abordar no solo la situación explosiva de casos de coronavirus que vive Galicia por la llegada de la variante ómicron, sino las medidas que pueden tomarse de cara a las próximas celebraciones navideñas, tanto en Fin de Año como en Reyes.

En el último Consello da Xunta, Núñez Feijoo aseguró que trasladaría a los expertos que forman parte de este comité asesor del Gobierno gallego la conveniencia o no de celebrar cotillones de Nochevieja y de que las cabalgatas de Reyes pasen a ser estáticas, es decir, que en lugar de hacer un recorrido por la localidad se mantengan en un punto y sean los niños los que, controlando el aforo, visiten a los tres Reyes Magos.

La situación, desde que el presidente de la Xunta hizo estas declaraciones el jueves, no ha hecho más que empeorar. Si ya alertaba de que con 2.500 nuevos contagios al día habría que tomar decisiones, la comunidad lleva tres jornadas consecutivas superando ese umbral, con 2.521, 3.100 y 2.778 casos en los tres últimos balances del Sergas.

Por lo que pueda pasar esta semana y por las decisiones que puedan tomar los expertos del comité clínico, los concellos ya valoran planes alternativos. En el de Santiago, con un cotillón previsto en la praza do Obradoiro, están preparados por si hay que reducir aforos. También los hoteles que habitualmente celebran estas fiestas de Nochevieja están pendientes de las decisiones de esta semana, aunque muchos ya decidieron cancelar el cotillón de Fin de Año.

De momento las propuestas de la Xunta ante el avance de la sexta ola no incorporan grandes novedades. Sí se ha recomendado que no se junten más de dos unidades familiares para cenas y comidas o que los contactos estrechos hagan cuarentena —aunque no es obligatorio en los vacunados—, salvo en el caso de tener las tres dosis, así como cerrar los interiores de locales si se llega al nivel extremo de incidencia. Pero por ahora Feijoo no ha tomado ninguna decisión para restringir más la hostelería o el ocio nocturno, pese a que Galicia ha superado el pico de casos de coronavirus desde que empezó la pandemia en marzo del 2020.

En Cataluña, por ejemplo, no solo está cerrado el ocio nocturno, sino que el Tribunal Superior de la comunidad ha respaldado el confinamiento nocturno de una a seis de la madrugada en los ayuntamientos de más de diez mil habitantes y con incidencias elevadas.

Presión hospitalaria

Los miembros del comité no solo deberán analizar la curva de casos —en pleno aumento—, sino la presión hospitalaria, que en relación a la tercera ola, la de las pasadas Navidades, es más baja. No obstante, los centros de salud sí que están sobrecargados y, además, aunque el porcentaje de hospitalización es bajo, un 1,1 %, si los positivos se disparan, hasta un uno por ciento, puede suponer un problema asistencial.


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