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La Agencia Espacial Europea vivió una semana de infarto tras descubrir un asteroide que impactaría contra la Tierra en el 2023

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Recreación de un asteroide acercándose a la Tierra

Entre el 12 y el 19 de enero de este año, la ESA observó una roca que chocaría contra nuestro planeta, pero finalmente se confirmó que pasará cerca, aunque que no existe riesgo

26 Feb 2022. Actualizado a las 10:32 h.

Desde el 2020 la realidad se está esforzando por superar a la ficción. En los últimos dos años el mundo ha asistido a una pandemia global, un intento de golpe de estado en Estados Unidos y ahora una guerra. Cuesta imaginar que nos puede deparar el 2023. Por un momento, pudo haber sido el impacto de un asteroide contra la Tierra. 

En enero de este año en la Agencia Espacial Europea se vivió una semana de angustia por un descubrimiento tan histórico como dramático. Las observaciones iniciales de un asteroide denominado 2022 AE1 mostraron un impacto potencial en la Tierra el 4 de julio del 2023. Con tan poco margen no habría tiempo para intentar desviarlo y era lo suficientemente grande como para causar daños reales.

De manera preocupante, la posibilidad de impacto aumentó durante los primeros siete días de observaciones, seguido de una semana dramática cuando la Luna llena eclipsó la roca, impidiendo más observaciones. «En enero de este año nos dimos cuenta de un asteroide con el rango más alto en la escala de Palermo que hemos visto en más de una década. En mis casi diez años en la ESA nunca había visto un objeto tan arriesgado», explica Marco Micheli, astrónomo de NEOCC de la ESA. 

La escala de Palermo es una herramienta de comunicación para ilustrar el peligro de impacto de los asteroides a partir de una combinación de su probabilidad de impacto y la energía con la que podrían golpear. Los defensores planetarios utilizan la escala de Palermo para categorizar y priorizar el riesgo de impacto de los objetos cercanos a la Tierra (NEO) al combinar la fecha potencial del impacto, la energía con la que golpearían y la probabilidad del impacto.

Hay asteroides por ahí que ciertamente golpearán la Tierra, pero son tan pequeños que son casi imperceptibles mientras se queman en nuestra atmósfera. Otros podrían ser asteroides gigantes a nivel de extinción que podrían causar un daño inmenso, pero que viajan en órbitas alrededor del Sol que son completamente seguras.

Los valores inferiores a -2 en la Escala de Palermo reflejan eventos sin consecuencias probables. Aquellos entre -2 y 0 indican situaciones que obligan a realizar un seguimiento cuidadoso, y los valores positivos generalmente indican situaciones que suponen un cierto nivel de preocupación.

«Me sorprendió al principio cuando escuché sobre este asteroide, ya que es muy raro tener una escala de Palermo tan alta. Como es costumbre en estos casos, activamos nuestra red global de telescopios para obtener más observaciones de inmediato y pronto pareció que este asteroide no se parecía a ningún otro que habíamos visto», sostiene explica Luca Conversi, gerente de NEOCC.

La ESA continuó monitoreando el asteroide, verificando los resultados con el JPL de la NASA, que confirmó un aumento preocupante en la probabilidad de impacto de la gran roca. Desafortunadamente, cuando la probabilidad de impacto alcanzó su punto máximo, las observaciones se volvieron imposibles.

Durante una semana tensa entre 12 al 19 de enero de 2022, mientras la humanidad veía la película de Netflix No mires arriba, que habla precisamente sobre la caída de un asteroide, AE1 se dejó de ver porque la Luna lo eclipsó. Además se alejaba más en su órbita actual. Tan pronto como la Luna estuvo lo suficientemente oscura, el equipo de NEOCC apuntó el telescopio Schmidt hacia donde se esperaba que estuviera 2022 AE1. Con una sola observación, el nivel de riesgo se derrumbó, acercándose a cero, y con eso, el equipo siguió adelante.

«Los datos fueron claros, confirmados a la mañana siguiente por nuestros homólogos de la NASA. El asteroide 2022 AE1 no presenta riesgo de impacto», explica Laura Faggioli, dinámica de objetos cercanos a la Tierra en el NEOCC, que calculó la órbita de 2022 AE1 durante todo el período de observación.«Si el camino de 2022 AE1 hubiera permanecido incierto, habríamos usado todos los medios posibles para seguir observándolo con los telescopios más grandes que tenemos. Como se eliminó de nuestra lista de riesgos, ya no necesitábamos seguirlo, es hora de pasar al siguiente».

Aunque algunos observadores entusiastas han seguido monitoreando el asteroide, lo que confirma los resultados de la ESA, ahora sabemos que a principios de julio de 2023, el asteroide 2022 AE1 pasará relativamente cerca de la Tierra, a una distancia de unos diez millones de kilómetros, más de 20 veces la distancia de la Luna.

 

 


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