La Aemet activa una alerta roja en Galicia por temperaturas extremas

Julio ha comenzado con una contundente anomalía cálida y seca. Y el termómetro, lejos de dar un respiro, tiene previsto apretar un poco más. Este martes comienza en Galicia una ola de calor que podría ser histórica. La Agencia Estatal de Meteorología ha reaccionado en consecuencia activando un aviso rojo en la zona del Miño de Ourense, donde se esperan máximas de al menos 42 grados. De momento es la única que se ha decretado en España. 

En la comunidad gallega estamos acostumbrados a ver alertas máximas por viento, lluvia y oleaje, pero no por altas temperaturas. Según informa la delegación gallega de Aemet desde el año 2006 (año de entrada en funcionamiento de Meteoalerta) solo ha habido 3 avisos rojos por temperaturas muy altas en Galicia: el 3 de agosto del 2018 y 7 de julio de 2013 en Ourense y el 5 de septiembre de 2006 en Lugo. 

El récord absoluto en Galicia de temperatura se registró en el municipio ourensano de Leiro el 7 de agosto del 2016 con 44,2 grados. No se descarta que esta semana se pueda superar esa cifra.  Además, hay avisos naranjas en toda la provincia de Pontevedra, interior de A Coruña y sur de Ourense. Las máximas estarán por encima de los 36 grados, valores también muy poco habituales, especialmente en las provincias atlánticas.

Uno de los registros más sorprendentes de este episodio extremo y que refuerza la idea de que estamos ante un evento meteorológico sin precedentes es la temperatura del aire a 850 hectopascales o 1.500 metros de altura. «En Galicia é moi raro que a temperatura a 850 hPa supere os 25 graos. Esta situación ten potencial porque parece que nos próximos días superarase con creces. Sobre a vertical de Santiago o récord está arredor dos 26 acadados nas vagas de calor do 93 do 95, que ostenta a maioría de récords de temperatura en España. Para que nos fagamos unha idea, algúns modelos apuntan a que cara finais de semana poderiámonos ir ata os 27 ou incluso 28», explica Damián Insua, investigador del grupo de Física No Lineal de la Universidade de Santiago.

En la configuración atmosférica que explica el intenso calor hay altas y bajas presiones. Por una parte, está la influencia del anticiclón de las Azores, que lleva días situado al norte de la Península, desde donde siempre limpia el cielo y canaliza aire cálido desde el sur. La semana pasada se alcanzaron registros muy altos, tanto de las máximas como de las mínimas. Este pasado fin de semana ya se superaron los 41 en Ourense y hubo noches tropicales. 

Sin embargo, a partir de este lunes entra en escena una Dana que se va a situar al suroeste de la Península y que se encargará de enviar una masa de aire africana muy caliente. Básicamente lo que hará este sistema de bajas presiones es añadir más leña al fuego. «Nas famosas vagas de calor de 1990 e do 2003, a temperatura en 850 hPa non foi tan alta, quedou roldando os 25 graos e aínda así a temperatura en superficie foi altísima, máis incluso que no 93 ou 95. A situación de 1990 e do 2003 era de anticiclón puro, en contraste coas outras, nas que había unha Dana preto. Isto fixo que as nubes e a calima se mantivesen ao marxe e as temperaturas subisen máis, aínda que en principio a situación tivese menos potencial que no 93 e no 95. Por iso nos próximos días vai ser clave a distancia á que se posicione a Dana que temos ao oeste da Península», apunta Insua. 

Los gallegos tendrán que armarse de paciencia porque otra de las peculiaridades de esta ola de calor será su duración. De momento, no se observa un alivio térmico ni a corto ni a medio plazo. La previsión destaca, por ejemplo, que en Santiago el termómetro podría subir hasta los 40 grados. Los modelos también predicen que las temperaturas no solo ascenderán, sino que incluso se extenderán al resto de Europa.