La célula de Hadley se está expandiendo y afectará a Galicia
Sociedad
Este suceso podría explicar los meses cálidos que se han registrado en Europa durante el verano
04 Oct 2022. Actualizado a las 13:08 h.
El Sol no calienta toda la Tierra con la misma intensidad. La inclinación del eje de rotación de 23,5 grados produce que la radiación solar sea más fuerte en el ecuador que en los polos. El planeta, que busca constantemente compensar este desequilibrio, pone en marcha corrientes de aire que se encargan de desplazar el calor y el frío allí donde escasean. El viento, el aire en movimiento, existe precisamente para compensar este déficit energético entre las diferentes latitudes.
La búsqueda del equilibrio arranca en la latitud cero, donde el aire cálido, que pesa menos que el gélido, tiende a subir. Cuando alcanza una determinada altura se mueve hacia el hemisferio boreal y austral. Durante su viaje por las capas altas de la atmósfera, el aire se enfría lo suficiente como para ganar peso y caer otra vez hacia la superficie. Esto crea diferentes células de aire en ambos hemisferios. En el boreal están la de Hadley, Ferrel y la célula polar.
La célula de Hadley juega un papel clave en el clima de la Tierra ya que transporta energía hacia los polos mediante una circulación cerrada que va desde los trópicos hasta una latitud de unos 30 grados norte y sur. El aire asciende próximo al ecuador, en la región que se conoce como zona de convergencia intertropical. Después viaja hacia el norte en altura y desciende en los subtrópicos.
«Estes descensos na rama norte da célula de Hadley impiden que o aire ascenda e forme nubes polo que as zonas subtropicais soen ser secas ou incluso desérticas, como é o caso do norte de África. É nestas zonas onde atopamos os anticiclóns semipermanentes, coma o das Azores», comenta Damián Insua, investigador del grupo de Física No Lineal de la USC.
Cuatro de los desiertos más importantes del mundo son los del Sáhara, Mojave, Kalahari y Atacama. Estas regiones secas se encuentran prácticamente en la misma latitud de sus respectivos hemisferios, ya que están ubicadas en el área de influencia de los principales sistemas de altas presiones termodinámicos y semipermanentes.
Una de las señales más robustas de los modelos climáticos es la expansión de la célula de Hadley. Esto significa que casi todos concuerdan en que, como consecuencia del aumento de la temperatura, la rama descendiente de la célula se moverá hacia el norte en el futuro y, con ella, las zonas secas subtropicales. «A Península é moi sensible a esta expansión pola súa proximidade aos subtrópicos. De feito, os modelos proxectan unha redución notable na precipitación na nosa zona para as próximas décadas», apunta Insua.
Las consecuencias ya se están notando. Un reciente artículo publicado en Nature apunta hacia una expansión del anticiclón de las Azores en los últimos años, que es consistente con la expansión de la célula de Hadley. «Isto obviamente tradúcese en menos precipitación para Galicia xa que, como ben sabemos, este anticiclón mantén aloxadas as borrascas», advierte.
Las causas de la expansión son complejas. Uno de los mecanismos que se sabe que favorece el movimiento hacia el norte de la célula es la reducción del gradiante meridional de temperatura. Es decir, la diferencia de temperatura entre los polos y el ecuador. «O pasado verán esta diferenza estivo en mínimos históricos como consecuencia do quecemento global, pero tamén do fenómeno da Niña, que arrefría os trópicos. Isto puido favorecer que a circulación subtropical se movera cara o norte, o cal á súa vez podería ter favorecido a seca e as vagas de calor que vivimos en meses recentes», concluye.