La Voz de Galicia

Lydia y Timothy, los mellizos que nacieron de un embrión congelado hace 30 años

Sociedad

r. romar la voz

«Yo tenía 5 años cuando Dios les dio la vida», dice el padre de los gemelos concebidos con el embrión más antiguo utilizado con éxito

22 Nov 2022. Actualizado a las 05:00 h.

Lydia y Timothy Ridgeway nacieron el pasado 31 de octubre. Hoy cumplen 22 días en perfecto estado de salud. Pero, en realidad, su material genético tiene 30 años. Fueron concebidos con un embrión que había sido congelado el 22 de abril de 1992, un hecho absolutamente excepcional. O al menos, el Centro para la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) no ha encontrado en los registros mundiales un embrión más viejo que haya dado lugar a una vida humana.

El récord anterior lo tenía Molly Gibson, una niña nacida en el 2020 de un embrión que estuvo congelado durante 27 años. Este caso también resulta particular, porque en ese momento batió la marca que tenía su hermana Emma, cuyo material genético había sido guardado en nitrógeno líquido durante 24 años.

«Hay algo alucinante en nuestra historia, porque yo tenía 5 años cuando Dios dio la vida a Lydia y a Timothy y ha estado preservando esa vida desde entonces», confesó el padre de los mellizos, Philip Ridgeway, en declaraciones recogidas por la CNN. «En cierto sentido —añadió— son nuestros hijos mayores, aunque verdaderamente son los más pequeños».

La pareja, de profundas convicciones cristianas tiene otros cuatro hijos de 8, 6, 3 y 2 años, aunque ninguno de ellos fue concebido por fecundación in vitro.

Los embriones habían sido creados hace tres décadas para una pareja anónima mediante fertilización in vitro. El hombre, en ese momento, tenía algo más de 50 años y su mujer no podía tener hijos, por lo que recurrió a los óvulos de una donante de 34 años. Sin embargo, nunca hicieron uso de ellos.

Sus embriones se mantuvieron en tanques de nitrógeno líquido, a casi 200 grados bajo cero, en una clínica de fertilidad de la costa oeste de Estados Unidos, hasta que la pareja que los creó decidió donarlos en el 2007 al Centro Nacional de Embriones de Knoxville, en Tenenesse, una organización privada dirigida por cristianos. Su esperanza era que algún día pudieran ser utilizados por una pareja. Y fue cuando les llegó la ocasión a Rachel y a Phillip Ridgeway, que no quisieron desaprovechar la oportunidad, aunque ya tenían otros cuatro hijos.

«Nosotros —cuenta Phillip— no buscábamos obtener los embriones congelados durante más tiempo en el mundo. Solo queríamos lo que llevábamos tiempo buscando». Para poder acceder a los embriones, el Centro Nacional de Donación requiere de los potenciales destinatarios que pasen una evaluación familiar, que pasó el matrimonio Ridgeway, y que lleven casados durante al menos tres años.

Tanto la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva como los CDC recomiendan transferir solo un embrión a la vez, ya que con más existe el riesgo de un embarazo múltiple. Pero Rachel, la madre, quiso que le transfirieran los tres disponibles. Solo uno falló.


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