El aumento del estreptococo se vincula con la explosión viral tras la pandemia
Sociedad
El Reino Unido eleva a 15 las muertes de niños por la bacteria mientras los pediatras en España llaman a la calma
09 Dec 2022. Actualizado a las 08:32 h.
La alerta emitida por el Reino Unido ante el aumento de casos de estreptococo A y las muertes de niños relacionadas con esta bacteria, que ayer se elevaron a 15, ha creado una alarma social que los pediatras creen, sin embargo, injustificada.
Federico Martinón, jefe de Pediatría del CHUS, ha publicado en Twitter un extenso hilo en el que explica al detalle el contexto de la situación y vincula el presunto aumento de casos con el contexto de crecimiento viral que se está produciendo tras la pandemia del covid-19. Para este experto, las cifras actuales «se basan en incrementos en comparación con el número de casos en otras temporadas previas, y de momento no indican que se trate de una cepa en particular diferente ni se baraja otra explicación que un incremento proporcional al notable incremento que se ha producido en los casos de infecciones virales en comparación con otros años».
Martinón recuerda que, tras la ausencia de circulación de algunos virus durante la pandemia «por el impacto de las medidas frente al covid y posiblemente por interferencia viral del propio SARS-COV-2», lo que ha pasado es que estos virus han regresado y circulan de forma simultánea, lo que se traduce en que «estamos teniendo muchos más casos porque hay mucha más población que no ha estado previamente expuesta a estos virus». Lo que se ve ahora son «los casos que corresponden a este año, y también los que debería haber habido en años anteriores».
Este aumento de casos conlleva, por lógica, un incremento en las complicaciones asociadas a las infecciones virales. Y entre estas complicaciones están las infecciones bacterianas secundarias, como el Streptococcus pyogenes o GAS. «Esta es una bacteria conocida, la causa mas frecuente de faringoamigdalitis aguda bacteriana en los niños, y que tanto los pediatras como los padres conocemos bien —afirma—. Produce también la escarlatina o el impétigo, muy conocidos». No obstante, el jefe de Pediatría del CHUS reconoce que el estreptococo puede producir algunas complicaciones que, dependiendo de la cepa concreta, serán más o menos graves, o incluso muy graves, aunque son «conocidas por los pediatras».
En cuanto a la situación en España, asegura que «todavía no sabemos objetivamente si se están produciendo más casos de lo esperable de infección por GAS (aunque la sensación q tenemos los clínicos es q sí hay incremento, de esta y de otras infecciones); ni si la proporción de casos graves es la esperable en relación a ese aumento de casos, o es mayor (ya que no tenemos los datos oficiales, ni es una enfermedad de vigilancia obligatoria)».
De momento, asegura, «hablamos de una alerta profesional que no debe trascender ni alarmar a la población. Los pediatras sabemos cómo detectar y tratar estos casos». Y recuerda, una vez más, que hacen falta más medios para afrontar esta situación: «Si hay el doble de niños enfermos, hacen falta el doble de recursos, la regla es sencilla. Estamos viviendo la verdadera pandemia de los niños con múltiples virus y bacterias que ya conocemos, pero que son desde luego mucho más graves q el covid en los niños, y los pediatras solo pedimos los mismos medios y apoyo q se aporto para el covid en adultos. Ni más, ni menos».
Mientras tanto, los pediatras quieren transmitir tranquilidad a los padres: «Sabemos lo que tenemos que hacer». Y piden «paciencia y uso racional por parte de la población de los recursos disponibles en un momento complicado». «Los pediatras no vamos a fallar —recuerda—, pero queremos no morir en el intento». Finaliza recordando a los padres «que protejan a los niños, especialmente a los lactantes más pequeños ,de contactos innecesarios, especialmente con personas con síntomas respiratorios; y que vacunen a sus hijos con todas las vacunas recomendadas».
La dificultad de seguir una enfermedad que no es de declaración obligatoria
La principal dificultad a la que se enfrentan las autoridades sanitarias en España a la hora de controlar la evolución de las enfermedades causadas por el estreptococo es que no existe una red de vigilancia comparable a la que hay para la gripe o el covid, con lo que no son de declaración obligatoria.
De momento no se puede descartar que lo que está pasando en el Reino Unido pase en otros países, pero la falta de base de datos hace muy difícil que se evalúen la incidencia y los brotes.
El mayor peligro del grupo de bacterias englobadas como estreptococo son las infecciones invasivas, que se producen cuando la bacteria llega a donde no debería, como los pulmones o la sangre. Los casos graves suelen darse en personas con el sistema inmunológico comprometido o con heridas abiertas. Entre los niños, la más temida es la sepsis pediátrica.
Lo que sí se ha comprobado en los últimos años es el aumento de la incidencia de una enfermedad causada por el estreptococo, la escarlatina, que en Inglaterra ha aumentado de forma notable, como alertó The Lancet en el 2019, y también está creciendo en otras partes de Europa, España incluida.