Los jóvenes y su fobia a las llamadas telefónicas

Las llamadas telefónicas cada vez son menos habituales entre los jóvenes españoles a no ser que sean de máxima necesidad, lo que contribuye a que WhatsApp continúe siendo el método de comunicación líder entre ellos. El 81 % de los millennials —los que llegaron a la mayoría de edad con el cambio de siglo— sienten ansiedad antes de hablar por teléfono, un fenómeno que se denomina telefonofobia y que provoca, por ejemplo, que tengan que prepararse antes de hacer una llamada, como reconocen más de cuatro de cada cinco participantes en la cuesta de BankMyCell para el estudio Generation mute, millenials phone call statistics. Este sentimiento se debe a que durante una llamada telefónica la persona puede sentirse vulnerable al tener menos tiempo para transmitir su respuesta, aunque también citan otras razones, como que las llamadas les quitan demasiado tiempo (75 %) o que reciben llamadas de una persona con quejas (64 %).

Además, el 55 % dicen no contestar si está en algún evento y el 46 % evitan coger el teléfono si cree que va a haber una discusión. En último lugar se encuentran aquellos jóvenes que evitan coger una llamada si están en el trabajo (37 %). Precisamente por ello WhatsApp se ha convertido en el el canal de comunicación para muchos españoles. En general las plataformas de mensajería instantánea están viviendo su edad dorada, pero, concretamente en España, WhatsApp asciende actualmente a un 60 % de perfiles activos frente a un 15 % en Estados Unidos. De hecho, los jóvenes utilizaron esta plataforma una media de 41 minutos al día en el 2021, superando los 38 minutos de media en el 2020, según los datos recabados por la empresa de seguridad y bienestar digital para familias Qustodio.

El rechazo a las llamadas se ha profundizado en las generaciones posteriores. En este sentido, el director general de Qustodio, Eduardo Cruz, explica que para los menores «es antinatural llevarse el móvil a la oreja para realizar una llamada telefónica». «Han crecido tecleando continuamente en un contexto de redes sociales y les puede llegar a resultar incómodo hablar simultáneamente con una persona por teléfono», señala. Siguiendo esta línea, revela que es mucho más común que los menores de edad escojan enviar audios de voz a que llamen por teléfono, siempre que no sea una situación urgente.