Las claves de la ley del juego de Garzón
Sociedad
Consumo fija multas de hasta 50 millones y prohíbe a las operadoras aceptar tarjetas de jugadores con conductas de riesgo. Su objetivo: proteger a los usuarios más jóvenes y a los vulnerables, aquellos que encadenan pérdidas constantes
15 Mar 2023. Actualizado a las 11:51 h.
El Consejo de Ministros dio este martes su visto bueno a la ley propuesta por el Ministerio de Consumo para regular el juego de azar, un Real Decreto que endurece el acceso de jóvenes y usuarios con conductas adictivas a las plataformas y a las casas de apuestas, y que establece una treintena de medidas para evitar comportamientos problemáticos.
La normativa, que entrará en vigor dentro de seis meses, ha sido ideada para proteger a los jugadores que ya están dentro del mercado y que participan activamente, especialmente a los menores de 25 años y a los más vulnerables, aquellos con pérdidas constantes, 600 euros —o más— durante tres semanas consecutivas y 200 en el caso de los más jóvenes, fija el texto. También forman parte del colectivo de especial protección y vulnerabilidad quienes hayan solicitado restricción en el acceso a su cuenta de juego —autoexcluidos— y los inscritos en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego —autoprohíbidos—.
La nueva ley de Alberto Garzón obliga a las operadoras a crear entornos más seguros, prohibiéndoles aceptar tarjetas de crédito de estos jugadores en riesgo y estableciendo multas de hasta 50 millones de euros para las que incumplan las nuevas medidas. Deberán remitir un mensaje específico de alerta si detectan conductas arriesgadas y enviar un resumen mensual de la actividad de juego. A los vulnerables, tendrán que excluirlos de actividades de promoción y de la lista de clientes privilegiados, por lo que no les podrán ofrecer condiciones mejoradas o más ventajosas para fomentar su nivel de juego, y deberán fijar con ellos interacciones específicas y conseguir respuesta en un plazo máximo de 72 horas; de no lograrla, la instrucción es suspender sus cuentas. A los jóvenes de 18 a 25 años no les podrán enviar promociones, como invitaciones a partidos o entradas para espectáculos, ni tampoco incluirles en programas VIP de fidelización.
Los operadores también están obligados a informar a los participantes jóvenes de que comenzar a jugar a edades tempranas está asociado a un mayor riesgo de desarrollar trastornos asociados con los juegos de azar y apuestas, o ludopatía. Tendrán que suscribirse al servicio de alerta antipishing de la Dirección General de Ordenación del Juego para controlar que aquellos con conductas de riesgo no vuelvan a jugar suplantando la identidad de otro jugador o jugadora, y con carácter general para todas las personas participantes en juegos de azar y apuestas, las empresas del sector tendrán que incluir en sus respectivas webs y aplicaciones información sobre la prohibición de jugar a menores de edad, los posibles riesgos del juego, los trastornos asociados y cómo obtener asistencia al respecto. De hecho, será obligatorio que cuenten con un servicio telefónico de asistencia y ayuda para comportamientos de riesgos y este no podrá ser de tarificación especial. Asimismo, tendrán que formar específicamente a una persona para que sea la responsable de la supervisión de las medidas de protección de jugadores.