¿Habrá una «supermarea» en Galicia la próxima semana?

Los gallegos estamos tan acostumbrados a observar cómo el mar sube y baja que apenas hemos caído en la cuenta de que se trata de un fenómeno de la naturaleza realmente complejo y que ni siquiera existe en todos los mares del mundo. En el Mediterráneo es prácticamente residual, sube solo unos pocos centímetros mientras que en la costa gallega supera a veces los cuatro metros.

«El tirón gravitatorio combinado de la Luna y el Sol produce las mareas, pero ese tirón mueve muy poco la superficie del mar. Las mareas se forman en realidad por el pequeño desequilibrio que existe en ese tirón en las grandes cuencas oceánicas al ir rotando la Tierra. Eso genera una onda que en contacto con el litoral produce la marea. En el Mediterráneo la cuenca es lo suficientemente pequeña como para que ese tirón gravitatorio sea bastante homogéneo y no se produzca la onda», explica el meteorólogo Juan Taboada.  En el caso del Atlántico hay un punto situado en el centro, llamado anfidrómico, a partir del cual circula la onda, conocida como Kelvin, que cuando toca la costa permite que el agua suba y baje.

Dependiendo de la posición de los tres cuerpos hay mareas más o menos intensas, vivas y muertas. Cuando se alinean el Sol, la Luna y la Tierra y el satélite se sitúa entre la estrella y nuestro planeta se encuentra en fase nueva y se produce la marea viva más potente ya que el astro rey y el satélite ejercen el tirón gravitatorio en la misma dirección. También está la cuestión meteorológica.

«Además de la parte astronómica, la marea tiene otra componente, que se denomina residuo meteorológico. La superficie del mar tiene la atmósfera encima y, por tanto, los cambios de presión influyen sobre el nivel del mar. De hecho, se calcula que por cada milibar que disminuya la presión, el nivel de la marea puede aumentar 1 centímetro. Como las mareas están calculadas para una atmósfera estándar de 1013 milibares (mb), si tuviésemos una presión de solamente 983 mb, la marea aumentaría 30 cm», apunta Taboada.

La semana que viene puede producirse en Galicia una marea viva más intensa de lo normal como consecuencia de una combinación de cuatro factores. La presión atmosférica no será muy elevada, soplará viento del oeste, habrá luna nueva y además justo coincide con el equinoccio de primavera. «Cuando hay luna llena o nueva se produce una alineación entre los tres cuerpos y el tirón es más efectivo. Pues bien, este proceso todavía gana algo más intensidad en los equinoccios ya que es cuando el Sol se encuentra sobre el ecuador terrestre», sostiene el físico. Son conocidas como mareas equinocciales y en Galicia también «lagarteiras». 

El lunes 20 se producirá el equinoccio y entre el martes y el miércoles el efecto de la luna nueva ya provocará una marea de 4,3 metros. Además, el tiempo atmosférico pondrá de su parte. «Otro factor que contribuye es el viento, en este caso cuando sopla del mar hacia tierra, ya que en ese caso tenderá a acumular agua sobre la costa. Coincidiendo con las mareas equinocciales, el viento soplará de componente oeste y podría tener algún efecto, aunque no se espera un viento demasiado intenso. Aunque las condiciones podrían cambiar y  hay que estar pendientes de este fenómeno», concluye.