La Voz de Galicia

La nuevas reliquias del Titanic

Sociedad

Juan Francisco Alonso Londres

Un museo en Belfast exhibe el violín de la orquesta y otros objetos del barco naufragado

10 Apr 2023. Actualizado a las 05:00 h.

El violín con el que Wallace Hartley interpretó distintas piezas mientras el RMS Titanic se iba a pique cerca de las frías aguas de Terranova, en la fatídica noche del 15 de abril de 1912. Este es uno de los artefactos que forman parte de las nuevas exhibiciones del recién remozado museo dedicado al famoso trasatlántico en la ciudad británica de Belfast (Irlanda del Norte). El Titanic Experience acoge una experiencia inmersiva que combina las nuevas tecnologías con la exhibición de artefactos rescatados del célebre naufragio, en el cual unas 1.500 personas perdieron la vida.

Desde el pasado 4 de marzo, los visitantes pueden disfrutar de «La búsqueda de los sueños», una muestra divida en cuatro partes que persigue contar no solo la historia del que era considerado como el primer barco insumergible, y que fue construido precisamente en los astilleros de Belfast, sino también de los pasajeros que soñaban con comenzar una nueva vida en los Estados Unidos y cómo se conoció la noticia del hundimiento.

Un chaleco salvavidas, una tumbona o un reloj son algunos de los nuevos objetos que se exhiben en el museo, algunos de ellos, por primera vez. Sin embargo, de todos ellos, el instrumento musical que perteneció al artista inglés es posiblemente el más importante y valioso. Hartley, junto a sus siete compañeros de la orquesta, estuvo tocando distintas piezas para intentar calmar a los pasajeros y darles algo de esperanza, aun cuando ya no la había. Una de las piezas que interpretó, de acuerdo con los relatos de los supervivientes, fue el himno religioso Nearer, My God, to Thee (Más cerca, Dios mío, de Ti). Días después del desastre, el violín fue recuperado junto con el cadáver de su propietario. Tras permanecer años escondido en un ático, fue hallado en el 2006 y, luego de someterlo a pruebas para verificar su autenticidad, en el 2013 fue vendido en una subasta por casi un millón de euros. Su propietario, cuya identidad se desconoce, decidió ceder el instrumento musical al centro por un período de cinco años.

«Nos sentimos honrados de que se nos haya confiado la exhibición de estos artefactos extremadamente raros relacionados con la historia del Titanic. Son de gran importancia histórica y serán muy poderosos para ayudar a los visitantes a establecer conexiones emocionales y humanas con las historias de los pasajeros y la tripulación del Titanic», declaró Judith Owens MBE, directora ejecutiva de Titanic Belfast.

Respecto al reloj, que perteneció a un emigrante sueco llamado Malcolm Joakim Johnson, lo interesante es que las agujas se quedaron paradas marcando la 1.37 de la mañana, la hora en la que el buque se hundió en las gélidas aguas durante su viaje inaugural. Johnson, quien había hecho algo de fortuna en EE.UU., volvía de Suecia con parte de su familia, a la que había ayudado a emigrar.

Maqueta de 7,6 metros

Otra de las novedades del museo es la maqueta a escala del malogrado trasatlántico, de 7,6 metros de largo y que está suspendida del techo, donde girará por completo en unos 90 segundos para que los visitantes puedan apreciarla totalmente. La réplica cuenta con las características principales del icónico barco, incluidos los botes salvavidas, las hélices, el motor, las grúas, el puente, la escalera principal y las chimeneas. Asimismo, está equipada con 300 metros de luces led programadas para resaltar diferentes áreas de la nave, de acuerdo con las historias que se estén contando en cada momento. Esta maqueta tardó seis meses en completarse.

Mientras los visitantes recorren las cuatro exposiciones (Nunca otra vez, La búsqueda de Ballard, El barco de los sueños y El legado duradero), disfrutan de una banda sonora compuesta especialmente para la muestra por el músico neerlandés Stijn Hosman.

Aunque el museo está dedicado al célebre barco de la extinta naviera White Line Star, también acoge a su hermano pequeño, el Nomadic, diseñado por Thomas Andrew —el creador del Titanic— y que ha sido restaurado y se exhibe en el centro. Las obras de remodelación del museo, que se ubica en los terrenos donde se diseñó y construyó el Titanic, ascendieron a 4,5 millones de libras (5,1 millones de euros).


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