Alba Meijide, experta en IA: «Se necesita la creatividad humana para darle personalidad al contenido que se crea»
Sociedad
Es una de las ponentes en la primera jornada de Mundos Digitales, el próximo jueves 6 de julio a las 19.30 horas en la sede Afundación de A Coruña
29 Jun 2023. Actualizado a las 05:00 h.
Crear desde historias, hasta cuadros y poemas. Estas son algunas de las funciones de la inteligencia artificial generativa. «Estamos hablando de sistemas que son capaces de elaborar contenido desde cero, ya sea texto, vídeo, imagen o audio, porque hasta ahora hablábamos de sistemas que podían predecir resultados o identificar patrones», explica Alba Meijide (A Coruña, 2000), licenciada en Inteligencia Artificial por la Universidad de Manchester y consultora y diseñadora de proyectos basados en IA. El impacto de este tipo de tecnologías en los trabajos creativos será el eje central de la ponencia Artificial Inspiration durante la primera jornada del congreso Mundos Digitales en la ciudad herculina.
—La IA generativa se viralizó con la aparición de herramientas como GPT-3 o recientemente con el desarrollo de ChatGPT. ¿Cómo ha evolucionado su percepción hasta el momento?
Antes de ChatGPT no era algo muy común, sonaba un poco a ciencia ficción. Ahora se ha democratizado y eso ha servido para que los que no sean técnicos o pertenezcan a otros campos puedan ver las capacidades que tiene. Se le ha dado un empujón real para explotarla al máximo.
—¿En qué sectores se está implementando?
Cada día se están descubriendo aplicaciones distintas porque, una vez que tienes la herramienta, cada sector lo intenta llevar a su trabajo. Se está aplicando mucho en el diseño de moda, de producto y de interiores, aunque en la publicidad y en el márketing se está empezando a utilizar. Pero también se emplea a nivel industrial y en el ámbito sanitario.
—¿Qué diferencias existen entre el empleo de la IA generativa en medicina frente a ámbitos como la animación o la publicidad?
En medicina el tema de la interpretación de los resultados es mucho más exigente, tienen que ser sistemas más transparentes. Se está utilizando, por ejemplo, para simular los efectos que tiene un fármaco que está en pruebas. En cambio, en el mundo más creativo, podemos jugar más con ella, probar aplicaciones y explorar sus capacidades sin que tenga una repercusión en nuestra salud.
—¿Qué papel juega la creatividad humana cuando los sistemas ya pueden crear texto o vídeo?
He podido hablar con personas del mundo creativo sobre el tema y creo que nuestra creatividad sigue teniendo un papel fundamental para poder darle personalidad al contenido que se crea. Si lo único que hacemos es coger lo que genera una IA y lo utilizamos tal cual, falta el factor humano que, por ejemplo, en una campaña publicitaria es lo que provoca que nos emocionemos. Consigue ese punto humano a donde la inteligencia artificial aún no ha llegado.
—Entonces, ¿cómo debería ser la relación con este tipo de tecnologías para que no sean un sustituto del ser humano?
El proceso creativo no creo que sea sustituido, la inteligencia artificial tendrá un papel y nosotros tendremos otro y serán complementarios. La IA nos permitirá agilizar el proceso y explotar nuestra creatividad. Podremos crear más y mejor.
—¿Qué riesgos implica para la industria creativa?
Cualquier nueva tecnología, si se le da un mal uso, puede suponer un riesgo. En el caso de la IA, está el tema de la privacidad y la seguridad de los datos, es decir, si entrenamos un sistema para generar imágenes que se respeten aquellas que se han utilizado para el entrenamiento
—Cobra también especial relevancia la cuestión de los derechos de autor.
Son temas que provocan mucho debate. Si genero una imagen: ¿quién es realmente el autor?, ¿es propiedad mía o de la empresa? Hay gente que incluso defiende que el propio sistema, ya que lo denominamos inteligencia artificial, tiene la parte de inteligencia y también cierta autoría. Son asuntos que van a tener que contar con unas definiciones claras.
—Surgen fenómenos como el deepfake o las noticias falsas, ¿cómo se puede lidiar con ellos?
La única forma de regular esto y de fomentar un buen uso es con la legislación. Es imposible detectar todo, como ocurre con las fake news que generan personas, pero se debería potenciar la obligatoriedad de decir que un contenido está generado de forma artificial.
—¿Qué opina sobre las regulaciones que se están desarrollando para mitigar estos riesgos?
La inteligencia artificial avanza a una velocidad exponencial y, aunque se están haciendo bastantes esfuerzos, a los organismos les cuesta estar al día porque, cuando consiguen regular algo, ya han desarrollado otra cosa con unas capacidades completamente nuevas. Juega un papel importante la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA) que se va a encargar de que los sistemas que se creen sean transparentes, respetuosos y éticos.
—También hay científicos que están firmando manifiestos para alertar de los peligros de la inteligencia artificial.
No creo que las empresas que se están haciendo millonarias a base de la IA vayan a dejar de desarrollarla. Me parece algo utópico, pero entiendo de dónde vienen esas posturas de querer parar, explorar las implicaciones que tiene y luego seguir desarrollando. Por eso, es importante cambiar la concepción de que solo participan ingenieros, hacen falta filósofos o abogados para estudiar las implicaciones que está teniendo y va a tener antes de que sea un hecho y podamos prepararnos.
—¿Cómo se están involucrando los sectores creativos en el desarrollo de la inteligencia artificial?
La colaboración interdisciplinar es clave para cualquier desarrollo. Los creativos tienen que estar en el proceso, es la única forma de crear algo útil, ético, responsable y que les pueda servir en su día a día. El mejor ejemplo es Adobe Firefly que ha sido desarrollado tanto por ingenieros como por creativos. Cada vez somos más conscientes de la necesidad que tenemos todos, como profesionales y como sociedad, de participar en la creación de esos sistemas.
—¿Existe aún un cierto escepticismo con respecto al uso de la IA?
Bastante de hecho. Yo lo vivo en mi día a día y es algo completamente normal, porque es algo nuevo, algo que a no ser que estés metido en el tema igual no lo logras comprender del todo. Pero el miedo es bueno, significa que la sociedad está concienciada del uso negativo que puede tener.