Ana Obregón nombra a su sobrina Celia madrina de su nieta: «Cuando yo no esté, tú vas a cuidar de Anita»

Hace unos años, Ana Obregón posando en bikini o trikini en una playa de Mallorca era el pistoletazo de salida al verdadero verano. La actriz y presentadora, que logró poner en marcha la ley de protección del menor para resguardar a sus hijos de la imagen pública, junto a otras famosas como Eugenia Martínez de Irujo y Terelu Campos, pactó con la prensa posar en la playa y estar el tiempo que necesitasen con la condición de que después pudiese pasar tranquilas sus vacaciones sin que la persiguiesen. 

Ahora, con la llegada de su nieta Ana Sandra, la presentadora ha recuperado esa tradición, pero ahora no ha sido en la playa, si no en su casa de Mallorca. «Álex adoraba esta casa. Nos decía: ‘Pase lo que pase, esta casa no se vende, porque yo quiero que mis hijos disfruten de ella igual que la he disfrutado yo'. Y mira, su sueño se ha cumplido. Aquí está su hija, como él quería», asegura.

Mantiene que nunca hubiese vuelto a esta casa si no tuviese con ella a la hija biológica de su hijo Álex, nacida por gestación subrogada en Miami el pasado mes de marzo. «Si Anita no existiera, yo ya no habría vuelto a El Manantial. Nunca jamás. Hubiera sido imposible estar aquí en su ausencia, con tanto dolor. Pero en cambio mira, aquí estoy con esta princesa que es una bendición, un milagro de verdad», confiesa. 

«Ella es lo que ha dado sentido a mi vida estos tres últimos años: luchar cada día por tener a Anita conmigo», añadía.

«Es clavada, clavada, clavada a él. Pero no solo físicamente, sino de forma de ser. Tiene la misma risa alegre, agradecida, se porta increíble y es glotona, como era Álex», dice mientras la sostiene en brazos con varios bañadores y vestidos veraniegos.

Además, aclara una de las cuestiones de las que más se ha hablado en los últimos meses ya que el nacimiento de la pequeña Ana Sandra no solo provocó polémica por la técnica utilizada, un vientre de alquiler, práctica que es ilegal en España, sino también por la edad de su abuela: 68 años. De hecho ella contestó en varias ocasiones a estas controversias.

«Ya tengo escrito en mi testamento quién va a cuidar de Anita cuando yo no esté. Va a ser Celia, mi sobrina. Celita era como la hermana de Aless y está enloquecida con Anita. Ya lo he hablado con ella y le he dicho: ‘Ya está en el testamento: cuando yo no esté, tú vas a cuidar de Anita'. Mi sobrina Celia tiene 30 años. Va a cuidar perfectamente de Anita cuando yo ya no esté. Además, va a ser su madrina de bautismo», explicó. 

Sobre Alessandro Lequio, que todavía no conoce a su nieta, la presentadora apunta a que «sus motivos tendrá para haber tomado la decisión de no ver a Anita», y prefiere «no entrar» en los mismos. Aunque, como comenta convencida, está segura de que cuando el italiano vea a la pequeña «se va a derretir porque es idéntica a Álex».

Por último, Ana también sorprende al anunciar que está replanteándose su decisión de darle un hermanito o hermanita a su nieta, una posibilidad que negaba rotundamente hace varias semanas y que ahora, como reconoce, ha empezado a cobrar fuerza en sus pensamientos a pesar de que, como destaca, a Anita no le faltará con quien jugar porque tiene once tíos que ahora se van a casar y van a tener niños, por lo que será una niña con veinte primos de su edad.