Los intentos de suicidio con pastillas se duplican en las niñas de 11 a 15 años
Sociedad
En el 84 % de los casos se utilizan antidepresivos o ansiolíticos
06 Oct 2023. Actualizado a las 15:33 h.
La salud mental de los adolescentes españoles sigue arrojando cifras preocupantes. Esta vez se trata de un informe del Servicio de Información Toxicológica (SIT), que afirma que los intentos de suicidio o autolisis por intoxicación voluntaria (la mayoría de ellos por ingesta de fármacos) han subido en los dos últimos años un 30 % y rozan los 7.000. Y, lo que es más grave, en la población de 11 a 15 años la cifra se ha duplicado hasta los 1.399, «con claro predominio de las chicas».
«Algo está pasando con nuestra población adolescente»,alertó el jefe del SIT, José Luis Conejo, que explicó que en el 2022 el servicio respondió 79.450 consultas, de las que 62.651 fueron por intoxicación, 8.426 de ellas voluntarias, lo que supone un 13,4 % del total (cuando en 2021 representaron el 12,8 % y en 2020 el 9,7 %). Dentro de las voluntarias, 6.997 fueron intentos de suicidio o autolisis, dos tercios ejecutados por mujeres.
En el 86 % de los casos se usaron medicamentos (principalmente ansiolíticos y antidepresivos), un 42 % combinando fármacos de distintos grupos terapéuticos. Este tipo de intentos de suicidio se producen sobre todo en la franja horaria de 19 a 24 horas y, por comunidades, fueron mayores en Andalucía (24,4 %), la Comunidad Valenciana (15,9 %), Madrid (12,6 %) y Cataluña (11,9 %). Galicia ocupa el séptimo puesto de España con un 4,7 %.
Pero lo que más alarma al SIT es que el 20 % de las intoxicaciones con fines autolíticos o suicidas se den entre los 11 y los 15 años que, y un 13 % en la de 16 a 19. Es decir, un tercio son jóvenes por debajo de los 20, y la mayoría chicas. Comparando con las de 2020, las consultas en el SIT por este motivo y en esta franja de edad se han disparado a 1.399, «más del doble» que el año que estalló la covid-19.
Son tentativas «evitables» en las que «la pandemia tiene muchísimo que ver», ha resaltado Conejo, quien ha subrayado la necesidad, de extremar la vigilancia en este sector de población. «Hay que socializar al adolescente. Saquémosle del aislamiento», ha enfatizado. «Todo apunta a un aumento de la ideación suicida infantil», ha abundado Andoni Ansean, presidente de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, que ha alertado también de la explosión de autolesiones en esas edades: «No sabemos si son con intención suicida o no, pero están constatadas».
El número de suicidios acumula cinco años consecutivos de aumento (4.097 en 2022, según datos provisionales del INE) pero, como ha contextualizado Rafael Bañón, presidente del Comité Científico, ese incremento es solo en términos absolutos debido al crecimiento paralelo de la población.
Así, desde principios de este siglo, la tasa se mantiene estable en 7,6 suicidios/100.000 habitantes. «Es una cifra tozuda muy difícil de modificar», pero que, y sin quitarle relevancia, «no es tan mala» si se compara con la de países del entorno, de modo que España, como otros del Mediterráneo como Grecia e Italia, acumula las tasas más bajas al contrario que los nórdicos o asiáticos.
Poco más de un tercio (el 36 %) de las personas que intentaron suicidarse habían recibido tratamiento previo, lo que demuestra que la atención a la conducta suicida tiene «una limitación importante en el acceso», ha lamentado el secretario General para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia, Manuel Olmedo.
Unas 300 llamadas al día al teléfono 024
El teléfono 024, la línea de atención a conductas suicidas puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad en mayo de 2022, ha atendido 153.232 llamadas hasta agosto de 2023, alrededor de 300 llamadas al día, de las cuales se han derivado 5.155 al 112 para intervención inmediata por su gravedad, según ha explicado la directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio.
Además, ha asegurado que, en conjunto, «hay mas mujeres que llaman, pero en la franja de edad de 50-54 años hay más hombres, aunque esta cifra varía por comunidades autónomas», solo con información de personas que voluntariamente facilitan sus datos.
Concretamente, la experta de Sanidad ha mencionado el caso de la Comunidad de Madrid, donde se han atendido más de 12.000 llamadas y, de estas, más de 700 han sido derivadas al 112. En esta región, la mayoría de llamadas en la franja de 50-54 años son más predominantes en mujeres que en hombres.
«Este teléfono pretende dar una respuesta rápida e inmediata a aquellas personas que en un momento de angustia vital necesitan ser escuchadas, un consuelo, y que una persona experta les pueda escuchar y apoyar porque a veces la escucha es un elemento fundamental para abordar ese tema», ha destacado Aparicio.
Según la última información facilitada por el ministro de Sanidad, José Miñones, en mayo de 2023, el teléfono 024 de atención contra conductas suicidas había atendido cerca de 119.000 llamadas, con un total de 8.500 de casos de riesgo de suicidio alto o en curso. Este teléfono forma parte del Plan de Acción de Salud Mental 2022-2024, que cuenta con un presupuesto de 100 millones de euros dentro de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
«Si ya antes de la pandemia los problemas de salud mental ocupaban una parte importante de la atención sanitaria, en el Barómetro Sanitario de 2023 un 22 por ciento de las personas encuestadas reflejan tener un problema de salud mental», ha recalcado Aparicio.
Según el seguimiento de las personas que atienden a un centro de Atención Primaria, realizado por Sanidad con una cohorte de cinco millones de personas, hasta un 27,4 de las personas que acuden van a la consulta por problemas relacionados con la salud mental y el bienestar emocional, de los cuales un 6,7 por ciento tienen trastornos de ansiedad, y un 4,1 por ciento trastornos relacionados con la depresión.
Por otro lado, en relación al uso de fármacos en mayores de 40 años, el uso de antidepresivos ansiolíticos y hipnóticos sedantes se da hasta un 34,3 por ciento en mujeres y un 17,8 por ciento en hombres. «Los datos nos hacen tener una preocupación constante y dotarnos de herramientas para intentar que todo ciudadano, sin importar donde resida, tenga buena atención a la salud», ha advertido la experta de Sanidad.
«Nuestro Ministerio es un Ministerio de consenso, de coordinación y participación. No creáis cuando alguien indica que no tenemos competencias. Tenemos muchísimas competencias y la protección de la salud aborda muchísimas tareas», ha concluido Aparicio.