La Voz de Galicia

Un cura le aconsejó al torero Juan Ortega que no se casase

Sociedad

Martín Bastos

El diestro, de 33 años, dejó plantada a su novia, Carmen Otte, y a unos 500 invitados, tan solo media hora antes de la boda

05 Dec 2023. Actualizado a las 22:35 h.

Una buena parte de la sociedad jerezana, andaluza y española sigue con sentimientos encontrados tras la épica espantá que protagonizó el torero Juan Ortega el pasado fin de semana. El diestro suspendió su boda poco antes de que se celebrase, con algunos de los invitados ya en la iglesia y la novia a punto de salir hacia allí. Podría ser el argumento de una película, Novia a la fuga (que protagonizó hace un tiempo Julia Roberts), pero para buena parte de sus protagonistas, por desgracia, lo ocurrido fue muy real. 

Todo había discurrido con normalidad. Tras varios años juntos y un tiempo conviviendo en el mismo hogar en Sevilla, Juan Ortega y la cardióloga Carmen Otte habían decidido pasar por el altar en una multitudinaria boda, con medio millar de invitados entre familiares y amigos. Durante meses estuvieron preparando este gran día y el día antes habían invitado a algunos de sus más cercanos a una preboda informal donde, dicen los que asistieron, se les vio muy cercanos, como cualquier pareja a punto de casarse. 

Tras eso, la novia se marchó a dormir a su casa, y él se quedó en un hotel. Y tenían previsto encontrarse de nuevo ante el altar, pero eso nunca ocurrió. Apenas unos minutos antes de la hora prevista para que comenzara el enlace, el torero decidió cancelar la boda y marcharse a Sevilla donde se ha refugiado desde entonces intentando alejarse del ruido mediático que ha generado. Y es que su nombre no era conocido, más allá de los ruedos, y ahora su historia está en boca de todos. 

Poco a poco se van conociendo detalles de lo que ocurrió y cuales fueron los pasos que dio Juan Ortega antes de decidir cancelar su boda. Así lo han revelado en las últimas horas en Y ahora Sonsoles, donde explicaron que el diestro decidió hacer una llamada decisiva para transmitir sus dudas respecto a su boda. Preocupado, y sin saber qué hacer ni si seguir adelante a pesar de no estar seguro, el sevillano —con fuertes convicciones religiosas— llamaba a un sacerdote amigo que había viajado desde Barcelona para oficiar su boda. Fue a él a quien le planteó sus dudas por teléfono, y el cura le aconsejó que si no tenía claro si quería casarse con Carmen, que no lo hiciese porque sería algo de lo que se arrepentiría.

Aunque se ha especulado con la existencia de terceras personas o incluso con una presunta infidelidad durante la despedida de soltera de la jerezana, nada que ver con la realidad. Si Juan Ortega decidió suspender su enlace minutos antes fue por sus propias dudas respecto a su relación.

Una decisión que comunicaba a su prometida, que estaba ultimando los preparativos de su estilismo nupcial —en concreto maquillándose y peinándose para el que se suponía que iba a ser el día más feliz de su vida— por teléfono. «¡No lo veo!, es que no lo veo…», dijo Ortega, según recoge Vanitatis. Ella, como no podía ser de otro modo, se quedaba completamente en shock, sin creerse que su pareja desde hace diez años la plantase en el altar a media hora de su boda.

Antes de coger su coche para regresar solo a su residencia en Sevilla —donde por cierto vivía con Carmen hace más de un año— Juan Ortega también telefoneaba a sus padres para decirles que no pensaba casarse. Y habrían sido ellos, y los padres de la doctora, los que habrían avisado a los 500 invitados, ya con todo listo para en la iglesia, que no había boda.

Mientras Carmen Otte sigue refugiada en el domicilio de sus padres en Jerez de la Frontera y no deja de llorar por lo sucedido, su familia ha pasado a la acción y según Y ahora Sonsoles han exigido al diestro que se haga cargo de todos los gastos que ha conllevado la boda que no llegó a celebrarse.

Un banquete en una exclusiva finca para 500 invitados, los trajes, la luna de miel, lo adornos florales de la iglesia y otro tipo de costes que sumarían en total cerca de 90.000 euros que tendrá que asumir Juan Ortega, incluyendo el vestido de la novia.


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