Los abusos a menores y la restricción del porno llegan al Consejo de Europa

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, en la que están representados 46 países con mas de 600 millones de habitantes, aborda esta mañana el maltrato infantil dentro de la instituciones del continente. Lo hace desde todos los ámbitos, desde la pederastia hasta la exposición al porno pasando por las agresiones físicas. El objetivo fundamental de las asociaciones de protección a la infancia y de los colectivos de víctimas que han impulsado este debate es conseguir un reconocimiento oficial de los estados para que se comprometan a investigar en profundidad los abusos y resarcir a las víctimas. El mes pasado ya entregaron en el Parlamento Europeo 540.000 firmas para impulsar la aprobación de una ley al respecto y ahora aspiran a conseguir un respaldo mayoritario en el Consejo.

El encargado de defender el informe realizado por estas entidades será el consejero suizo Pierre Alain Fridez, porque el país helvético ya cuenta con una legislación sólida en este sentido y pretenden que sirva como ejemplo para que otros estados puedan aprobar sus propias leyes. Junto a él y entre otros ponentes, intervendrá el también suizo Guido Fluri. Este filántropo, creador de la fundación que lleva su nombre, lleva años trabajando en favor de los menores víctimas de la pederastia. «Exigimos que la UE adopte una posición de liderazgo mundial y vote a favor de la propuesta legislativa para prevenir y combatir los abusos sexuales a menores», afirmó este lunes, Día Europeo de las Víctimas de Delitos, en una presentación ante la Asamblea Nacional Francesa, donde recibieron numerosos apoyos, entre ellos el del expresidente de la república François Hollande.

En el acto de Francia también se pudo escuchar la voz de los afectados, entre ellas la de Saga, víctima de violencia infantil en Suecia, donde además tuvo que ver cómo las imágenes de los abusos sufridos acabaron publicadas en internet. Y la de Juan Cuatrecasas, abusado en un colegio religioso vasco.

«Verdad y reparación»

Su madre, Ana Cuevas, forma parte a nivel europeo de Justice Initiative y en España lleva tiempo al frente de Infancia Robada. Hoy estará presente en la reunión del Consejo. «Lo que pedimos es investigación, verdad, prevención, reconocimiento y reparación. No solo económica, sino también en cuanto a derechos. Por ejemplo, que en un juicio no tengan que repetir todo 500 veces», dice Cuevas, que pone mucho el acento en la parte digital. Cita un caso en el que «la víctima se enteró de que era víctima por unas fotos suyas que descubrió la policía en internet. Por eso entre las medidas que piden responsabilizar a las plataformas y las grandes tecnológicas para que eliminen cualquier material pedófilo o de abuso infantil que pueda haber colgado en las redes.

«En pleno siglo XXI no podemos mirar para otro lado cuando se están cometiendo crímenes», incide Cuevas, que valora positivamente, por ejemplo, el paso adelante que ha dado el Vaticano. «Es que la Iglesia debía ser la primera interesada en que todo salga a la luz, porque lo que se le critica es lo mal que lo han hecho a la hora de intentar taparlo todo y hundir a la víctima, no que tengan más casos que otros ámbitos educativos o deportivos», señal esta madre que está convencida de que la Iglesia católica tiene «una oportunidad única para salir incluso reforzada» si hace las cosas bien.