La despedida de soltero gallega del alcalde Martínez-Almeida

Mientras Teresa Urquijo celebraba el pasado fin de semana por todo alto su despedida de soltera entre amigas con un viaje a Milán, su prometido, José Luis Martínez-Almeida, festejó también a su manera su inminente adiós a la soltería. Y lo hizo en Galicia. El alcalde de Madrid puso rumbo a A Coruña junto a antiguos compañeros de trabajo y amigos, en su mayoría abogados del Estado como él, como reveló el programa Crónica rosa, de EsRadio. Almeida se alojó en el hotel Finisterre y derrochó amabilidad con las personas que lo reconocieron y le pidieron una fotografía. Su despedida arrancó comiéndose un cocido en un restaurante de la zona del puerto, antes de disfrutar de un tranquilo paseo por los jardines de Méndez Núñez.

Su fin de semana fue muy diferente del de su novia, ya que el suyo incluyó una cita de trabajo en un acto de campaña. El domingo por la mañana dio por concluida su despedida gallega para trasladarse hasta Lalín para degustar de nuevo el plato principal de la Feira do Cocido junto a otros rostros del Partido Popular como Mariano Rajoy y el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda. Esta despedida de soltero, sobria y tranquila, no será la única para el alcalde de Madrid. Según EsRadio, Almeida tendrá otra despedida, mucho más castiza, que se celebrará en Madrid en las próximas semanas e incluirá unos callos contundentes en un conocido local de la capital. El pasado 27 de enero la pareja celebraba su pedida de mano en la finca de la familia de la novia. Su boda tendrá lugar el 6 de abril.

Retratos especiales

Annie Leibovitz fotografía a los reyes. Los reyes de España liberaron su agenda de este miércoles para dedicar el día a la sesión fotográfica especial que realiza la norteamericana Annie Leibovitz. El encuentro con la fotoperiodista más cotizada del momento tiene lugar en el Palacio Real rodeada de un gran hermetismo. Tanto la reina Letizia como Leibovitz accedieron esta mañana al edificio en coches con los cristales tintados para pasar desapercibidas. Solo se pudo ver la llegada del rey Felipe, que entró en el palacio poco antes de las 13.30 horas solo y conduciendo su propio vehículo con gafas de sol, rostro serio y un atuendo informal. Este retrato tiene carácter privado y está dirigido a formar parte de la colección del Banco de España.