Aspronaga emprende una guerra sin cuartel contra la velutina
Sociedad
Con su proyecto, dentro de Voz Natura, colocan trampas para estos insectos empleando la impresión 3D
11 Mar 2024. Actualizado a las 11:22 h.
Estos días, al profesor Juan Fernández López, del CPR Nosa Señora de Lourdes (Aspronaga de A Coruña), no se le pilla ni en las berzas ni en las patatas, por emplear dos expresiones populares. Se le pilla colocando trampas para las velutinas, una actividad intensa y en la que tanto él como sus alumnos parecen disfrutar de lo lindo.
¿Y por qué esas prisas? «Es ahora mismo cuando hay que hacerlo, cada cosa tiene su tiempo y este es el de colocar las trampas», dice Juan Fernández. Y en efecto, todos los técnicos que luchan para erradicar esta especie invasora coinciden en que el momento es este y no otro.
Pero, ¿por qué? Porque es ahora cuando las abejas reinas empiezan a desarrollar el trabajo que la naturaleza les ha señalado. El método de control más eficaz es el trampeo primaveral (o la destrucción del nido, claro), que se lleva a cabo entre febrero y mayo. Pero esperar a casi el final de curso es, simplemente, un error en el que no deben caer los centros participantes en Voz Natura, una iniciativa de La Voz de Galicia y la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre que cuenta con el apoyo de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivienda, la Diputación de A Coruña, la Fundación Alcoa, El Corte Inglés, la Fundación Ramón Areces e Inditex.
«Nuestro proyecto dentro de Voz Natura —explica Juan Fernández— se denomina Construcción y colocación de trampas para velutinas empleando la impresión 3D, y en la actualidad participan cincuenta alumnos». La ignorancia hace que al preguntar por cuántas trampas están colocando («¿Una docena?») sonría: «Durante el primer trimestre de este curso los alumnos construyeron más de doscientas».
En eso están. Acaban de empezar y ya han colocado quince en la finca que Aspronaga tiene en Lamastelle (municipio coruñés de Oleiros). «También repartimos, hasta ahora veinte, a particulares, familias de los alumnos, alguien que nos viene a visitar… —continúa el profesor—. Nos hemos puesto en contacto con distintas asociaciones y entidades como la protectora Gatocan, en Coirós, a la cual le hemos llevado dieciséis y próximamente visitaremos el CEIP Isidro Parga Pondal de Santa Cruz donde, además de dar una charla a los chicos, les llevaremos cuarenta trampas que nos han pedido distintas familias del propio centro».
Y eso, el ejemplo que está dando el CPR Nosa Señora de Lourdes, debe ser la señal para que todos los centros que participan en Voz Natura coloquen sus trampas. En este caso, y en general siempre, ser previsor es una virtud.