Uno de cada seis menores ha recibido solicitudes de adultos, ha sufrido ciberacoso y ha sido vigilado en la red por su pareja
Sociedad
Un nuevo estudio revela que un número elevado de niños y adolescentes han sido víctimas de más de un abuso digital
15 Mar 2024. Actualizado a las 21:11 h.
Tras la pantalla, aguarda un mundo por descubrir —conocimiento ilimitado, entretenimiento, oportunidades—, pero también los monstruos, al acecho de los más débiles. Un nuevo estudio, publicado por investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja y del que se hace eco la agencia de noticias Colpisa, acaba de desvelar que un tercio de los niños y adolescentes que se conectan a internet —el 34 %— son víctimas de agresiones o abusos digitales; cero sorpresas a estas alturas. Pero es que el trabajo aporta una novedad: buena parte de estos chicos han sido víctimas de varios tipos de abusos, a veces al mismo tiempo. Las conclusiones han sido extraídas de cuestionarios realizados a 3.578 estudiantes de entre 10 y 15 años de 28 centros escolares repartidos por nueve comunidades autónomas.
Hasta el 16,5 % de los menores —uno de cada seis— ha padecido tres de los riesgos más preocupantes del ecosistema digital: grooming (petición de vídeos o fotos por parte de adultos pederastas); ciberacoso (amenazas y humillaciones por parte de otros niños o adolescentes); y abuso digital, entendido como vejaciones, insultos, control y vetos por parte de una pareja sentimental sobre las personas con quienes contactan o los lugares y las redes que frecuentan.
Hay más: hasta un 6, 2 % de los menores que recibieron solicitudes de adultos interactuaron con el pederasta, casi todos con el simple envió de los materiales que se les pedían, pero un 1 % llegaron a contactar en persona. Las víctimas más frecuentes fueron chicas y de forma destacada las de 14 y 15 años.
Además, los menores víctimas de grooming sufrieron 2,6 veces más ciberacoso que el resto y 2,3 veces más abuso online de pareja que los libres de asaltos sexuales de adultos. Estos resultados ponen de relieve, subrayan los autores del estudio, la necesidad de abordar las distintas problemáticas de una manera integral, «en tanto que los riesgos asociados a internet no se producen de forma aislada sino que se solapan con frecuencia en un mismo individuo».
Los chicos que más abusos digitales han sufrido declaran tener una calidad de vida más baja que los que no han sido víctimas o lo fueron de un solo peligro. «Estos resultados ahondan en un problema importante y que cada vez resulta más evidente: los chicos están expuestos a muchos riesgos en internet. Por esta razón, las acciones educativas que generemos deben intentar prevenir estos riesgos de forma conjunta. Tanto la investigación de estos riesgos en internet, como su prevención, ha de ser global», afirma Jessica Ortega-Barón, primera autora de este estudio.