La credibilidad de la monarquía británica, en entredicho

«Estar expuesto es lo que ha mantenido durante siglos a la monarquía», recordaba ayer el Financial Times, dos meses y medio después de la última aparición pública de Kate Middleton. Fue el pasado 25 de diciembre, en la iglesia de Sandringham, adonde acudió para celebrar el día de Navidad junto al príncipe Guillermo y sus tres hijos. Veintitrés días después —el 17 de enero—, el palacio de Kensington emitió un comunicado para anunciar su ingreso en la London Clinic, limitándose a apuntar que iba a someterse a una operación abdominal programada. No hubo explicaciones sobre la naturaleza de su dolencia, salvo que no era cáncer y que la mantendría apartada de sus compromisos hasta después de Semana Santa.

Poco después, al príncipe Carlos III se le descubrió un tumor durante una intervención quirúrgica rutinaria. Habló de su estado la reina Camila y, también, el propio monarca, que agradeció las muestras de apoyo y se dejó ver camino la clínica en donde recibe tratamiento. ¿Y Kate? Una foto borrosa robada por un paparazi y una imagen modificada con Photoshop. La sociedad está inquieta: la princesa está triste, qué tendrá la princesa.

La monarquía británica se encuentra sumida en una preocupante crisis de confianza pública. La especulación ha ido variando estas últimas semanas suscitando todo tipo de teorías que van desde que Middleton está en coma a que se ha sometido a un estiramiento facial o se está divorciando, tal y como recogen los medios ingleses. Porque pese a que Kensington intentó restar importancia a los retoques de la instantánea difundida el pasado 10 de marzo, haciendo hincapié en la informalidad de la foto, para muchos este movimiento mina la credibilidad de la realeza y, sobre todo, de sus mensajes.

El polémico presentador británico Piers Morgan se preguntaba esta semana en su canal de YouTube si la familia real estaba «escondiendo algo» e insinuaba —si bien no confirmaba— que había oído rumores «alarmantes» relacionados con la princesa de Gales. «Me han contado cosas. Incluso si solo la mitad fueran ciertas, es bastante alarmante lo que está ocurriendo. No sé qué creer», dijo.

Lo último que se sabe es lo declarado por el tío de Kate Middletlon durante una entrevista en GB News. Exconcursante del Gran Hermano británico, Gary Goldsmith confirmó que su sobrina sufre una «enfermedad», sin dar más detalles, avanzando que, probablemente, se dejará ver en Semana Santa, coincidiendo con la misa de pascual de Windsor.