El fin del ADSL obliga a cambiar de red para usar internet a 440.000 hogares
Sociedad
Galicia es una de las comunidades más afectadas por la modificación
08 Apr 2024. Actualizado a las 15:57 h.
España dice adiós al ADSL. La tecnología que implantó Telefónica en los años 90 para llevar internet de alta velocidad a las casas está a punto de desaparecer tras un proceso de nueve años en los que la compañía ha ido dando pasos en esta dirección. El apagón está fijado para el próximo 19 de abril, fecha en la que la compañía cumple 100 años, aunque se trata de un plazo testimonial porque el proceso no está previsto que se culmine hasta mayo del 2025. Queda algo más de un año, pero las distintas operadoras llevan, en todo caso, avisando a sus clientes desde hace meses para facilitarles el cambio en la instalación, un servicio que es gratuito.
El ADSL llegaba a los hogares a través de un red de cobre regulada por 8.526 centrales, de las que más de 600 continúan ubicadas en Galicia. En su mejor momento, Telefónica tuvo 9,5 millones de clientes ADSL. Era diciembre del 2013. Ahora apenas quedan 440.000, que en aproximadamente un año dejarán de tener servicio. En Galicia, según los datos recabados por Europa Press en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y en el Instituto Nacional de Estadística (INE) son alrededor de 100.000 hogares los que podrían verse afectados, aunque es probable que muchos de ellos ya hayan realizado el cambio o se encuentren en esta situación.
Si bien el objetivo que persigue Telefónica con el cierre de la red de cobre es lograr, afirman desde la compañía, la «cobertura total» del territorio a través de su despliegue de fibra óptica, que proporciona mayores prestaciones, consume 18 veces menos y reduce el impacto ambiental, la cobertura FTTH —del inglés Fiber To The Home— dista aún de ser una realidad al alcance de todos, especialmente en algunos municipios rurales de Galicia.
Según los últimos datos disponibles publicados por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, fechados en junio del 2022, existían en Galicia 388.095 viviendas sin conexión mediante fibra óptica y con una conexión a internet inferior a los 100 gigabytes de velocidad. Dicho de otra forma: solo el 63 % de los hogares de la provincia de Lugo, el 72 % de los de Ourense, el 81 % de los de Pontevedra y el 83 % de los de A Coruña contaban con una cobertura de fibra adecuada.
La situación, a pesar de que no existen datos actualizados para corroborarlo, según informa Europa Press, ha cambiado bastante desde entonces. Operadores como Adamo, que ofrece servicios de fibra óptica en zonas rurales, principalmente de la provincia de Lugo; o compañías como Rede Aberta, especializada en la instalación de unidades inmobiliarias de fibra ultrarrápida con presencia en 105 municipios gallegos, mayoritariamente en las provincias de A Coruña y Pontevedra, han redoblado sus esfuerzos para acercar la fibra a los núcleos rurales.
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Fibra óptica
El despliegue de la red de fibra está siendo financiado en todo el territorio a través del programa Unico-Banda Ancha del Estado con fondos europeos del Plan de Recuperación. Un modelo de colaboración público-privado en el que las comunidades autónomas, explican desde la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega), «no tienen ninguna competencia». «El despliegue de telecomunicaciones es una competencia estatal y las obras las están acometiendo las operadoras. El programa Unico del Gobierno es a través del cual se está haciendo todo el despliegue», precisan fuentes de la Amtega.
Ante el inminente fin de la era de cobre la fibra óptica se perfila como la única opción posible, pero el riesgo de desconexión sigue existiendo en muchos núcleos rurales de Galicia, aquejados por la dispersión territorial, el envejecimiento de la población, el aislamiento geográfico y el rigor de una orografía que encarece el despliegue de fibra óptica. Es en muchos de estos casos donde el radio enlace o la conexión por radio se ha impuesto como la mejor alternativa.
En Penarrubia, un pequeño núcleo situado a poco más de seis kilómetros de la muralla de Lugo, no existe cobertura de fibra óptica. «Aquí tenemos internet por radio. Tenemos un módem que va con una tarjeta de móvil dentro. Es la única opción que nos dieron», asegura Antía, una de las residentes, en declaraciones a Europa Press.