El «sí, quiero» de Giambattista Valli

Giambattista Valli tiene las ideas muy claras y el ingenio, como su aguja, muy afilado. El diseñador italiano se estrenaba en una pasarela con sus propuesta para novia y lo hacía en la ciudad condal, epicentro de la moda nupcial gracias a la Barcelona Bridal Fashion Week. Allí llegó hace meses dispuesto a encontrar el escenario perfecto para su puesta de largo. Fue pisar el espectacular edificio de La Llotja del Mar, y enamorarse al momento del lugar. Esculturas, techos de quitar el hipo y un suelo hidraúlico que al modista le recordaba a su adorado Versalles eran perfectos.

Cientos de orquídeas blancas recibían a los asistentes, revistiendo las bases de todas las columnas del monumental edificio. Cada una de las flores fueron escogidas y revisadas por Valli, que tampoco dejó al azar la comida con la que agasajó a sus invitados tras el desfile, entre los que se encontraba Olivia Palermo, una de las musas de la firma.Palermo acudió con su marido, Johannes Huebl, y compartió primera fila con otra de las embajadoras de la firma italiana, Lara Cósima Henckel Von Donnersmarck, conocida como la condesa de TikTok. 

Tamara Falcó y Hiba Abouk

A Palermo y Henckel Von Donnersmarck se sumaron celebridades patrias como la actriz Hiba Abouk, las modelos Blanca Romero y Jaydy Michel, o la estilista de Isabel Preysler y Tamara Falcó y Cristina Reyes.

El desfile contó con diez vestidos de la tercera Love Collection, diez diseños icónicos de la primera y segunda entrega de esta colección y diez creaciones de alta costura, en las que se apreciaban el saber hacer de los talleres artesanales. Imbuidos en la excelencia de la costura y la estética romántica de la firma, los vestidos de Valli destacaron por su aire contemporáneo, a través de líneas limpias, volúmenes espectaculares o detalles inesperados, inspirados en las personalidades de un nuevo grupo imaginario de amigos de Valli que, en la vida real, ha vestido para dar el sí, quiero a Carlota Casiraghi, Caroline Vreeland o Jessica Biel, para la que confeccionó un original vestido rosa de 93.000 euros.

Valli se mostró feliz y explicó que eligió Barcelona para su estreno: «Este es un evento que atrae a un público diverso de entusiastas de la moda, diseñadores, compradores y medios de comunicación de todo el mundo, y me proporciona la máxima exposición global y oportunidades de éxito». Un gran elogio teniendo en cuenta que es un indispensable de alfombras rojas como la de los Óscar y Cannes.