¿Por qué el final de la serie «Mi reno de peluche» no se corresponde con el de la historia real?

Mi reno de peluche ha sorprendido plantándose entre las series más vistas de Netflix. Lo hace con todo derecho porque la historia real del humorista escocés Richard Gadd engancha, emociona y sobrecoge a partes iguales. 

Muy medida, con capítulos cortos, esta serie lleva a la pantalla la historia real de este comediante, y precisamente que ese delirio sea real es lo que ha llevado a esta producción al éxito.

Aunque el propio Richard Gadd ha escrito y protagonizado su dura historia, lo cierto es que no todos los detalles que se cuentan en los siete capítulos se ciñen al cien por cien a lo que pasó en la vida real. Eso incluye su final, que tiene un matiz muy diferente que el humorista no incluye en la trágica narración.

¿Qué es «Mi reno de peluche»?

Mi reno de peluche bascula entre el drama más traumático y la comedia más negra para contar un truculento episodio autobiográfico del comediante y autor escocés Richard Gadd. Esta historia, que narra el acoso del cómico por parte de una mujer de mediana edad y una violación por parte de un mentor en la industria televisiva, no deja indiferente a nadie. Hasta el punto de que, dados los acontecimientos ahí revelados, a muchos espectadores les sorprende descubrir que la historia es real (con esas licencias que se ha permitido el autor). El propio Gadd, que en la trama interpreta una versión ficcionada de sí mismo llamada Donny Dunm, ha confirmado que se trata de una experiencia autobiográfica, pero que ha hecho esos cambios en la narrativa, además de los protagonistas. Incluso dice haber «retorcido mínimamente algunas vivencias para crear algunos clímax dramáticos».

Al margen de esto, en lo esencial, todo es real. «Es emocionalmente veraz, obviamente: me acosaron y abusaron de mí de forma severa», recalca el creador de esta historia, que fue primero una obra de teatro y ahora se ha convertido en exitosa serie de Netflix.

Gadd fue objeto de acoso, en la vida real, por una mujer 20 años mayor que, en la serie, recibe el nombre de Martha Scott. Todo comenzó en el 2015, y de la forma más inocente, al igual que se puede ver en la serie. El comediante, que trabajaba en un bar de Londres, le dio a la mujer una taza de té gratis. Un gesto ínfimo de bondad que, de algún modo, abrió la puerta a una obsesión. Una obsesión que tiene un trazo muy marcado con el nombre con el que ella se refiere al protagonista: «Mi reno de peluche» -baby reindeer-

Pero él, aunque víctima de esta historia, no evita su parte de la culpa. «Sería injusto decir que ella es una persona horrible y que yo era la víctima, eso no es del todo cierto», le comentó a la revista Time, en la que reconoce que él también hizo «un montón de cosas mal que hicieron que la situación fuese a peor» y que, en aquel momento, él distaba mucho de ser «una persona perfecta»

Martha, en la ficción, hizo llegar al comediante más de 40.000 emails, 350 horas de mensajes de voz, 744 tuits y más de un centenar de cartas. Además, llegó a acosar a sus padres e incluso a una mujer con la que la víctima acababa de empezar a salir. 

Durante toda la serie el personaje Donny Dunn es consciente de que vive una situación anormal, pero prácticamente en todo momento siente compasión por Martha, encadenando una serie de meteduras de pata que le convierten a él en colaborador o, como mínimo, en una persona a la que la situación se le va de las manos. 

Aunque la miniserie ha «enmascarado» a la auténtica Martha, la supuesta acosadora de Richard Gadd ya se ha pronunciado en los medios británicos asegurando que ella es la «víctima» y que nunca le acosó. 

Un cambio fundamental

Aunque la producción «nunca se aleja demasiado de la realidad», como ha explicado Gadd a la revista GQ, sí que hay un momento determinante que ha hecho a muchos preguntarse por qué el autor no ha contado el final real de su historia.

(Si has llegado hasta aquí y no has visto Mi reno de peluche, te avisamos de que va spoiler).

Tras más cuatro años y medio de acoso, la historia de Martha y Donny termina en los tribunales. La acosadora del humorista se reconoce culpable de haber acosado al comediante y a su familia y asiste entre lágrimas a la sentencia: nueve meses de prisión y una orden de alejamiento de cinco años. 

¿Qué pasó en la realidad?

En la vida real, Martha no acabó en la cárcel. Y es que Richard Gadd nunca quiso que eso sucediese porque fue consciente de todo momento de que era una enferma mental. «Tenía sentimientos encontrados al respecto: no quería enviar a prisión a alguien que tenía ese nivel de malestar mental», explicó Gadd en The Times. 

Por lo tanto, sí fue real la orden de alejamiento, pero nunca la pena de prisión.