La Voz de Galicia

Víctor Sandoval destapa las manipulaciones en «Supervivientes»: «Me obligaron a repetir un desmayo»

Sociedad

P. V. REDACCIÓN
Víctor Sandoval como invitado del pódcast «Querido Hater»

El colaborador televisivo ha denunciado la politización de los programas de entretenimiento en televisión en el último año: «Es una decisión política que Ana Rosa esté por la tarde»

09 May 2024. Actualizado a las 14:11 h.

El colaborador televisivo Víctor Sandoval ha acudido hace unos días al pódcast Querido Hater, y ha aprovechado la ocasión para despacharse a gusto contra algunos de sus antiguos empleadores, al tiempo que ha destapado los tejemanejes que vivió durante su participación en Supervivientes y también la manipulación política actual en los programas de entretenimiento en televisión.

El madrileño se ha referido durante el encuentro a uno de los momentos más recordados y comentados de su paso por Supervivientes, un aparente desmayo grabado por las cámaras que en muchas tertulias de televisión fue objeto de burlas y de acusaciones de haber sido fingido. Y así fue, según ha revelado ahora. Pero no por decisión propia, sino del equipo de realización del programa en la isla.

Según le ha contado a Malbert, conductor del pódcast, el desmayo sí se produjo, pero no había nadie con él para grabarlo. Había subido a la «casita del árbol» para coger un refresco isotónico para hidratarse y, cuando iba a beber, se desplomó en el suelo de la cabaña. «Me caigo redondo», ha narrado, «y de repente abro el ojo y veo la cara de Yurena, diciéndome: "Víctor, Víctor, que te has caído"». El equipo técnico de Supervivientes tardó solo unos segundos en llegar, pero ya era demasiado tarde para recoger el momento de la caída, por lo que le piden repetir el desmayo para poder, esta vez sí, grabarlo.

«Nosotros vamos abajo con Yurena, y ya te caes y luego subimos la cámara». Así le pidieron los miembros de realización falsear el incidente pasado y de este modo salió emitida una escena que fue objeto de chanzas de todo tipo. «En todos los programas de televisión, todos cuestionando si yo me he desmayado», lamenta.

La revelación de Supervivientes venía a colación de una pregunta de Malbert sobre la participación de Carmen Borrego en la actual edición del programa de telerrealidad, que ha tenido que abandonar por supuestos problemas de salud. «Me ha copiado, encima», comenta Sandoval sobre la marcha de la concursante, yo también me fui, «cogí mi saco y me despedí de todos». Aunque el tertuliano ha deslizado también en este tema la posible falsedad del programa. «Ella se ha vuelto porque se tenía que volver», ha comenzado diciendo enigmáticamente, para dar luego a entender que la de Borrego habría sido una salida programada. «Yo solo digo que yo, cuando he ido a algún reality, sí que la he tenido», ha revelado, «aunque ellos digan que no».

Dardos contra la política en televisión y contra Ana Rosa

Los dardos de Víctor Sandoval no han sido solo contra el programa de supervivencia, ni mucho menos. Durante la entrevista, el colaborador televisivo ha demostrado no tener pelos en la lengua a la hora de valorar a sus antiguos empleadores, y no ha dejado títere con cabeza. Durante los escasos diez minutos compartidos del encuentro, ha tenido tiempo a referirse a Telecinco en general, a Ana Rosa en particular y también le ha dado tiempo a criticar la injerencia política en los programas de entretenimiento actuales. 

«El fin de Sálvame fue una decisión política», ha denunciado Sandoval, que revela que durante los últimos meses de emisión del programa la censura por parte de la cadena era cada vez mayor. «No se podía decir nada, nos mutilaban el diccionario», explica sobre las presiones de la cadena para que no hablasen de temas como política, religión o espiritualidad. «Tener que hacer un programa de tantas horas sin contenido, porque no te permitían hablar de la actualidad...», lamentó en solidaridad con los responsables de producción y guion de Sálvame.

La política, según él, lo acabó impregnando todo, y así explica algunos cambios en la parrilla que llevaron al fin de su programa y a la «defenestración» de la productora La Fábrica de la Tele. «También es una decisión política que Ana Rosa esté por la tarde», concluye sobre la inesperada decisión tomada por Telecinco y que, incide, se hizo «coincidiendo con las elecciones».

Una estrategia que, en su opinión, ha sido además un fracaso. «Ella dijo que si no hacía un 16 % se iba. Pues ahí sigue». En efecto, las emisiones vespertinas de TardeAR no suelen llegar ni al exiguo 10 %. «Eso es "superfracasAR", te vas a "hostiAR"...», se burló Sandoval sobre los datos de audiencia del programa de Ana Rosa Quintana, que además tilda de formato «antiguo» y con invitados que no son tampoco de su gusto: «Patricia Pérez, Alaska,... Todos mis amigos», destaca.

Mientras, afirma que él está vetado. «Yo estaba en el paro; y a mí tú no me has ofrecido trabajo, me lo ha ofrecido La Fábrica. ¿Por qué me tienes que vetar?», dijo refiriéndose a Ana Rosa Quintana. Y dejó caer una última insinuación contra la presentadora de las tardes de Telecinco. «Deben pensar que estoy en la indigencia. Pues no, tengo una casa muy bonita, y con dinero legal», apostilló con mala baba.

Ataques contra Telecinco

Sandoval no dejó pasar la oportunidad de referirse también a Telecinco en su conjunto, cuyo comportamiento como cadena ha considerado injusto y desalmado. «Es cruel que, una vez que te sacan de ahí, porque aceptes una oferta de trabajo, se te vete», ha denunciado, «como te vas a trabajar con la productora a la que le hemos cortado el cuello, ahora tú ya no vuelves».

Y, como ejemplo, ha contado un episodio sufrido por Lydia Lozano hace unos días. «Si llegas a la puerta de Telecinco, sale el de seguridad y te dice que te vayas», ha comentado, poniéndose en la piel de su excompañera de andanzas, «eso sí que es humillante. y ha pasado hace dos días».

«Yo la vi azorada y le pregunté "¿qué ha pasado?"», narró Víctor Sandoval, argumentando la sobredimensión de los hechos por parte de la cadena. Es gente que ha estado a nuestro lado durante 14 años; es una sensación muy extraña, ha valorado.


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