El calor extremo duplica la hospitalización por obesidad
Sociedad
Los ingresos de por urgencias por cualquier causa médica aumentaron una media del 10 % ante jornadas de calor extremo
22 May 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Las jornadas de calor extremo en sí mismas son un factor de riesgo para la aparición de serios problemas de salud o el agravamiento de dolencias preexistentes, pero sobre todo exacerban grupos muy concretos de enfermedades. Los días veraniegos con altas temperaturas elevan de forma general el número de hospitalizaciones en toda España, pero sobre todo disparan hasta casi duplicar los ingresos de urgencia vinculados a los trastornos del metabolismo y la obesidad, y a las insuficiencias renales.
Así lo desvela un estudio publicado en Environmental Health Perspectives por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por Fundación ”la Caixa”, y el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia, en un trabajo liderado por Hicham Achebak.
El equipo de investigadores logró sus conclusiones tras cruzar las razones de los once millones de ingresos por la puerta de urgencias registrados en los hospitales de todas las provincias peninsulares y de Baleares durante los veranos de una década (de 2006 a 2019) con las temperaturas medias registradas en cada uno de esos días, que abarcan en cada ejercicio desde principios de junio hasta finales de septiembre. A la información sobre el calor añadieron en cada jornada los datos de humedad media y las tasas de contaminación atmosférica en cada territorio (partículas en suspensión, dióxido de nitrógeno y ozono).
La primera conclusión fue que los días de fuerte calor tenían un «impacto generalizado» sobre las hospitalizaciones en las 48 provincias estudiadas para toda clase de patologías y durante toda la década. En concreto, comparados con jornadas de temperaturas confortables, los ingresos de por urgencias por cualquier causa médica aumentaron una media del 10 %. El incremento de las hospitalizaciones en las jornadas tórridas fue especialmente alto entre los grupos de edad más vulnerables, los niños de menos de un año y los ancianos de más de 85.
«Los mecanismos por los que el calor desencadena resultados adversos para la salud siguen sin estar claros, pero parecen estar relacionados con la forma en que nuestro cuerpo regula su propia temperatura», afirmó Hicham Achebak en una sesión informativa de SMC España. «En condiciones de estrés térmico, el organismo activa la vasodilatación cutánea y la producción de sudor para perder calor», dice.