La Voz de Galicia

Cuando la niebla conecta la costa oeste de Galicia y Estados Unidos

Sociedad

Xavier Fonseca

El mismo fenómeno natural origina brumas densas en el litoral gallego y californiano

06 Jun 2024. Actualizado a las 08:23 h.

El anticiclón de las Azores que influye de manera tan decisiva en la meteorología de Galicia es un sistema de altas presiones semipermanente. Casi nunca está quieto, pero también tiene un hogar, que es precisamente el archipiélago portugués que le da nombre. Sus efectos sobre la comunidad gallega pueden manifestarse de muchas formas, pero lo más habitual, y así lo reconoce la sabiduría popular, es través de vientos de componente norte que generan estabilidad.

Dado que el océano y la atmósfera interactúan, esta circulación del aire activa una corriente marina. El viento del norte empuja el mar hacia la plataforma oceánica y se crea un déficit que la naturaleza compensa rápidamente permitiendo que afloren aguas frías desde el fondo.

Los afloramientos afectan especialmente a la costa sur debido a la orografía de las rías que intensifica un fenómeno natural que arranca en el noroeste de África y asciende por Portugal hasta la comunidad gallega. Este mismo mecanismo oceánico se repite también frente al litoral de Sudáfrica, Chile, Perú y California. De hecho, el evento de La Niña, que está actualmente en marcha y que enfría las aguas del Pacífico tropical, se desarrolla solo cuando el afloramiento resulta más potente de lo normal como consecuencia de que los vientos alisios también soplan más fuertes.

Buscando parecidos meteorológicos razonables entre todas estas zonas del mundo, cabe destacar que Galicia y California no solo comparten el mismo tipo de anticiclón y el afloramiento de aguas gélidas, sino también el fenómeno de las nieblas de advección.

Cuando el viento sopla muy suave o incluso está completamente en calma, el aire se mueve desde el mar hacia el interior para equilibrar la diferencia de temperatura. Pero como el agua está fría debido a los afloramientos, el aire comienza a perder temperatura hasta que llega un momento en el que no puede retener más humedad y condensa, formando unas nieblas que suelen ser densas y persistentes, justo como ocurrió ayer.

MeteoGalicia ofreció en su cuenta oficial de Twitter una explicación muy particular sobre cómo el afloramiento creó unas brumas que no solo engulleron la costa de la comunidad, sino también la de Portugal. «Seguro que se fostes a praia este domingo, a auga estaba ben fresquiña, xa que estaba polos 14 ou 15 graos. Esas baixas temperaturas son as culpables das brétemas que van desde Lisboa ata Llanes». Las espesa y baja humedad provocó, además, un notable contraste térmico entre la mitad oeste y este. A Coruña y Vigo apenas superaron los 20 grados mientras que Lugo y Ourense llegaron a 28.

Golden Gate

En la Bahía de San Francisco, las nieblas de advección representan un fenómeno muy habitual. El escritor Mark Twain dejó constancia de sus efectos sobre la temperatura. «El invierno más frío que pasé fue un verano en San Francisco». Este tipo de nube baja tan densa supone un problema en la ciudad californiana porque reduce mucho la visibilidad en la carretera, especialmente en la circulación sobre el Golden Gate. El mítico puente dispone de dos sirenas que suenan durante 2,5 horas cada día, en promedio.

La ciencia ha descubierto que el aire húmedo asociado a las nieblas de advección son fundamentales para la salud del ser vivo más alto de la Tierra que habita en el litoral oeste de Estados Unidos: la secuoya costera. Puede llegar a alcanzar una altura de un piso de treinta plantas y vivir más de 2.000 años. Algunos de los ejemplares que siguen en pie hoy en día en los parques nacionales de California son auténticos testigos del pasado y dan buena cuenta de épocas como, por ejemplo, el antiguo Imperio Romano.

 


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