La Voz de Galicia

Un día de nordés en Galicia, con calor en el sur y aguas más calientes en el norte

Sociedad

X. Fonseca

Hoy y mañana se espera más calor, pero a partir del sábado se espera un notable descenso de las temperaturas

04 Jul 2024. Actualizado a las 07:28 h.

En este período estival tan cambiante lo normal es noticia. Ayer, Galicia vivió una jornada bastante habitual para la época del año. Toda la comunidad, incluso el norte de Lugo, disfrutó de un cielo despejado gracias a un nordés que fue algo más suave que el lunes y el martes.

Cuando la atmósfera se comporta como debe, aparecen algunas situaciones que son muy reconocibles del verano gallego. Por ejemplo, la gran diferencia de temperatura del aire entre el norte y el sur de la comunidad. Mientras en Ourense se superó la barrera de los 30 grados, al termómetro en A Coruña le costó bastante rebasar los 20 grados. El viento del norte y de componente este desplaza aire húmedo y fresco desde el Cantábrico que afecta especialmente al litoral lucense y coruñés. El aire va recorriendo la geografía gallega hacia el sur y se va recalentando y secando. Cuando llega a las provincias de Pontevedra y Ourense está mucho más caliente y ha perdido toda la humedad. El resultado es un cielo sin nubes que deja pasar la radiación solar, elevando las máximas.

Claro que el nordés provoca la situación justamente contraria en la temperatura del mar. El viento anticiclónico desplaza el agua hacia el interior, provocando un déficit que la naturaleza compensa con aguas que afloran gélidas desde el fondo. El fenómeno del afloramiento se acentúa en la costa sur debido a la orografía de las Rías.

Estos días se encuentra activo, provocando que la temperatura del agua esté por debajo de los 16 grados. La boya oceanográfica de Rodas, en las Islas Cíes, marcaba ayer 15,6 grados. En el norte, el afloramiento es menos intenso y, como consecuencia, la temperatura en las playas de A Coruña y Lugo suele ser más alta. En Riazor era de 17 grados y en Covas, en Viveiro, de 19.

 

Este jueves se espera otro día de cielos con pocas nubes, sobre todo cuanto más al sur. También un nuevo ascenso de las máximas que permitirá que sea la jornada más calurosa del verano. En la provincia de Ourense podrían alcanzarse 35 grados. En la Rías Baixas también se esperan valores de hasta 33. En el norte se superarán los 25 grados en Santiago y Lugo.

Mañana empezará a debilitarse la circulación del aire asociada a las altas presiones. Sin embargo, habrá otro ascenso generalizado de las máximas, que se notará más en el norte. Ferrol llegará hasta los 26 grados.

Diez grados menos

El sábado la situación dará un vuelco bastante profundo porque el viento perderá la componente este y solo soplará del norte. El cambio de tiempo se percibirá con más intensidad en las provincias de Lugo y A Coruña, especialmente en lo que se refiere al apartado de las temperaturas diurnas.

Durante la primera mitad del día está previsto la llegada de un frente débil que dejará bastante nubosidad baja y también precipitaciones. El descenso térmico afectará a toda la comunidad y será bastante notable. En Ourense, por ejemplo, las máximas caerán hasta los 22 grados, prácticamente trece grados menos respecto a las que se esperan hoy y mañana. En Lugo, descenderán hasta los 18 grados, un registro bastante bajo para la época del año. Así, en cuestión de unas pocas horas el verano será sustituido por un ambiente más propio de una primavera temprana.

La semana que viene predominará el viento de componente oeste. Por tanto, la situación meteorológica será bastante diferente. Las nubes bajas se presentarán con frecuencia, sobre todo en las provincias atlánticas, y menos en la mitad este, donde las temperaturas serán más suaves. En cualquier caso, tras las jornadas de hoy y mañana, el calor vuelve a desaparecer hasta nuevo aviso de la comunidad gallega.

A partir del domingo, el anticiclón irá retrocediendo en el Atlántico, alejándose cada vez más de Galicia. Estará demasiado distanciado como para frenar la influencia de las borrascas, que en verano también aprovechan su oportunidad para descender en latitud. En cualquier caso, cabe subrayar que a medio plazo también habrá ventanas de tiempo soleado que tal y como está ahora mismo la dinámica atmosférica habrá que aprovechar al máximo.

Una lección para Galicia que llega desde California

Desde que empezó el verano, la meteorología se ha estado comportando de forma inestable y las temperaturas son discretas, en algunos momentos incluso bajas para la época. Así que muchos se están preguntando, ¿qué fue de aquella previsión que anunció una estación muy calurosa? Ese pronóstico se apoyaba en la inercia del histórico calentamiento que se está produciendo en todo el planeta desde hace ya muchos meses. Por ejemplo, África, que suele ser el impulsor de las altas temperaturas, lleva semanas registrando máximas por encima de la media.

Sin embargo, para que el tiempo seco y cálido se imponga en cualquier parte del mundo es necesario que las piezas encajen. Sirva como ejemplo lo está sucediendo en la costa oeste de Estados Unidos para entender mejor el caso del verano en la comunidad.

El tiempo en California y Galicia depende directamente del mismo tipo de sistema de alta presión. Aquí tenemos el de Azores y allí el llamado anticiclón del Pacífico.

Lo que está sucediendo en nuestro caso es que desde hace meses el anticiclón del Atlántico está debilitado y lejos de la Península. Al no tener una barrera sólida, las influencias oceánicas son constantes y tampoco puede impulsar aire subtropical.

Todo lo contrario está ocurriendo en California. Allí, el anticiclón está muy cerca de la costa, generando unas condiciones muy soleadas. Además, la configuración actual permite que llegue aire cálido. Ahora mismo, la predicción apunta a que en los próximos días, las temperaturas irán ascendiendo de manera progresiva y notable. Debido a la combinación de altas presiones y aire caliente se va a forma un fenómeno conocido como cúpula de calor. Una situación que tendrá especialmente impacto en la zona más calurosa del planeta: el Valle de la Muerte, situado en el desierto de Mojave.

El pronóstico sostiene que en los próximos días podría registrarse el valor más elevado en el planeta en este 2024, con cifras de entre 53 y 54 grados. No está previsto, sin embargo, que se superen los 56,7 grados que se midieron el 10 de julio de 1913, hasta ahora la temperatura más alta en la Tierra desde que existen datos climatológicos.


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