David y Victoria Beckham presumen de bodas de plata para acallar rumores de crisis y polémicas

Victoria y David Beckham han querido escenificar la fortaleza de su amor por sus bodas de plata en uno de los momentos más críticos, con su relación más cuestionada que nunca tras la publicación de un libro que ha destapado sus trapos sucios.

Coincidiendo con su 25.º aniversario de bodas, la pareja ha compartido unos bonitos posados para los que se han vuelto a poner los icónicos —y muy peculiares— trajes morados a juego que llevaron el día de su enlace, el 4 de julio de 1999. Y han querido dejar claro que, al igual que ellos siguen tan estupendos como para poder lucir vestidos de hace más de dos decenios, también su matrimonio continúa igual de fuerte. «Aún tenemos eso», escribieron en su publicación conjunta. Y con «eso», ese «no sé qué», se refieren a la complicidad, el amor y la chispa que el periodista británico Tom Bower se ha empeñado en demostrar que ya no existe más que en el recuerdo lejano.

El reportero ha desvelado todas las miserias de un matrimonio que, según él, en la práctica ya no es tal. Nada más que un millonario negocio. El ensayo en cuestión es The House of Beckham: Money, Sex and Power (La casa de Beckham: Dinero, Sexo y Poder), un trabajo de investigación que el matrimonio quería vetar, pero que ha visto la luz el pasado 20 de junio, haciendo saltar por los aires parte de la imagen que tiene la opinión pública de la pareja más mediática del mundo.

No es un decir. El matrimonio ha conseguido amasar una fortuna combinada de algo más de 530 millones de euros. Lo han conseguido a través de un esfuerzo conjunto. En sus inicios, ella era la celebrity; él, una gran promesa del fútbol británico. La ex Spice Girl le sirvió al jugador como trampolín para convertirse en la gran estrella que es ahora. El uno, coinciden muchos expertos, no serían nada sin el otro.

Años separados

Y eso que la mayor parte de su fortuna ha venido, sobre todo, por derechos de imagen e inversiones deportivas del futbolista. La ex chica picante también tiene su propia marca de moda, pero no es tan exitosa como le gustaría. Hace solo unos años, David le tuvo que prestar más de 23 millones de euros para subsanar sus ajustadas cuentas. Pero compensa. Según considera Bower en su libro, David le debe mucho de su ventura a su mujer y a la gestión que ella hizo de su verdadero negocio: el matrimonio Beckham. Lo único que, según Bower, los mantiene unidos.

La filtración de sus intimidades tenía todos los ingredientes para deslucir lo que iba a ser una celebración de sus 25 años de amor. De ahí que la pompa de los últimos días, en los que además la pareja se esfuerza en mostrar momentos íntimos tras las cámaras como demostración palpable de su buena sintonía, cobre más sentido en su contexto delicado.

Según el periodista, los Beckham llevan ya muchos años separados, y se podría decir que ahora viven su momento menos conflictivo. No sucedía lo mismo hace solo un lustro. Entre David y Victoria, al parecer, había una verdadera guerra fría, con batallas que libraban sus respectivos representantes, que intentaban socavar el prestigio del contrario. Todo acabó con un gabinete de crisis entre ambos en los que decidieron, por el bien de su supervivencia mutua, enterrar el hacha de guerra. Y en esas estamos.

El fin de su relación con Enrique y Meghan

Pero esos cuchillos por la espalda entre ellos no solo lastraron su propia relación amorosa. También dilapidaron por completo su amistad con otra de las parejas británicas que más están en el candelero: el príncipe Enrique y Meghan Markle.

Era bien conocido que los Beckham y los duques de Sussex eran íntimos. Y el futbolista y la exSpice habían sido invitados al enlace de la pareja real. Fue otro enlace el que hizo saltar las alarmas: el de Brooklyn Beckham con la multimillonaria Nicola Peltz, en el 2022. Entre los invitados brillaban por su ausencia Enrique y Meghan. Los rumores de un deterioro grave en su relación se expandieron por todo el reino. Y se juntaban al extraño episodio de los Juegos Invictus en Sídney en el 2018, cuando al futbolista se le impidió acercarse al príncipe.

Bower confirma que, en efecto, la amistad se ha acabado. Según el periodista, todo vino por la filtración de ciertas informaciones sobre los duques de Sussex que habían llegado milagrosamente a la prensa. Enrique y Meghan llegaron a una conclusión: solo podían haber sido los Beckham. Y todo saltó por los aires. Ya estaba deteriorada en la boda del príncipe, y eso fue lo que hizo que solo acudieran al servicio religioso, pero no al banquete posterior.