Las estrategias «engañosas» y «adictivas» que usan las plataformas para que el usuario pase más tiempo pegado al móvil
Sociedad
La Agencia de Protección de Datos denuncia la implementación de patrones que enganchan al usuario para aumentar la cantidad de información personal recogida y propone un sistema de verificación anónimo más realista que el anunciado por Escrivá
10 Jul 2024. Actualizado a las 16:33 h.
El scroll infinito, los «me gusta», el «escribiendo...», los retos y las cuentas atrás, las pestañas de tendencias, los filtros para modificar la apariencia, las ventanas emergentes o los «seguir leyendo». Son algunos de los muchos patrones «engañosos» y «adictivos» que implementan las tecnológicas en sus aplicaciones para aumentar el tiempo que los usuarios pasan en ellas e incrementar la cantidad de datos recabados, el oro del siglo XXI. Van a más cada día, más generalizados y más agresivos, con un impacto especialmente preocupante en personas vulnerables, como los niños y los adolescentes, advierte la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). A través de estas estrategias, influyen en sus preferencias e intereses y, en última instancia, intervienen incluso en su autonomía. ¿Necesitamos lo que creemos que necesitamos? ¿Y quién ha generado en nosotros esa necesidad? ¿Por qué nos gusta lo que nos gusta? ¿Qué nos ha conducido hasta ahí?
«De la misma manera que nadie daría una botella de vino a su hijo de ocho o diez años, porque afecta al desarrollo neuronal del cerebro, hay que tener los mismos miramientos con el uso seguro de internet», advirtió este miércoles la directora de la AEPD, Mar España, durante la presentación de un completo informe sobre la implicación de estos patrones adictivos en la protección de datos en la que, sin dar nombres, el organismo deslizó que próximamente pondrá en marcha varias investigaciones a empresas que se han sobrepasado en ese ámbito.
El trabajo es solo un paso más en la «necesidad de regular ciertas pautas» que requieren una respuesta a nivel nacional, pero también a escala europea. «Los primeros responsables son las compañías de internet, pero los Gobiernos deben asumir políticas para frenarlas», señaló la responsable de la Agencia que, de hecho, tras el verano impulsará en el Parlamento Europeo un nuevo método de verificación de datos para Pornhub y Onlyfans. Se trata de un sistema distinto al pasaporte digital presentado hace unos días por el ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, y la idea es que estas empresas no usen lo que llaman «terceros de confianza» en el ámbito de verificación de edad. La cuestión, dijo, es que «con la excusa de verificar la edad se recopilan datos masivamente». «Hemos difundido esos criterios de implantación en el Comité Europeo y estarán en sus directrices después del verano; también lo estamos promocionando en el ámbito iberoamericano».
El sistema propuesto por la AEPD consiste en un «doble ciego que autoriza a un dispositivo», propiedad de un mayor de edad, a ingresar a determinados contenidos sin que se «conozca la finalidad del acceso». Sería un documento oficial que se expediría con un carné de conducir, pasaporte, DNI o, en el futuro, el sistema de identidad digital europea, y sería «anónimo y eficaz». «Nunca hemos estado más expuestos a que se manipule nuestra esencia para la toma de decisiones», advirtió España.
Los patrones adictivos
El informe de la Agencia muestra al detalle cómo los tratamientos de los datos personales de los usuarios incluyen operaciones específicas, todas ellas engañosas, para influir en sus decisiones y realizar perfilados, y clasifica los patrones adictivos en tres niveles: alto, medio y bajo.
Los de alto nivel ofrecen a los usuarios algo que desean y les exigen que hagan algo a cambio o les engañan para que lo hagan de una manera que pueda causarles un perjuicio, ya sean conscientes o no. Se incluyen aquí el scrolling y el streaming infinito, los temporizadores, las recompensas periódicas o las reproducciones automáticas. También se consideran de alto nivel las maniobras para mostrarle al usuario algo basado en sus sesgos cognitivos o tendencias de comportamiento y, así, manipularlo, como contenidos exclusivos y limitados, los «Me gusta», los filtros fotográficos para modificar la apariencia, las notificaciones de actividad, alertas y recordatorios de cumpleaños, las cuentas atrás, las pestañas de «tendencias», el refresco de la información o las recomendaciones algorítmicas.
Asimismo, Protección de Datos ve riesgo elevado en la alteración del diseño visual de las aplicaciones para engañar al usuario, enfatizando ciertos y elementos y restándole importancia a otros, y en la explotación del impulso humanos innato de terminar toda tarea iniciada, lo que se consigue con «barras de progreso», ventanas emergentes para saltar a otras webs o avances de contenidos, como «comenzar a leer».
Los patrones de nivel medio describen enfoques más específicos para seguir estas estrategias —gamificación, aprobación social, miedo a perderse algo o manipulación de las emociones— y los de bajo nivel corresponden a la ejecución y suelen ser propios de cada plataforma. ¿Ejemplos? Retos, información de actividad en aplicaciones de mensajería instantánea —el «escribiendo...» mantiene al usuario frente a la pantalla, a la espera— o sobrecargas cognitivas, que llevan a perder la noción del tiempo y la capacidad de evaluar las consecuencias de las decisiones.