A por un nuevo invierno sin bronquiolitis

«Ha supuesto un antes y un después», repiten —una vez y otra vez— el responsable de Pediatría del CHUS, Federico Martinón; la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán; y el jefe de Neonatología del Chuac, Jose Luis Fernández Trisac. Se refieren a la inmunización de los niños gallegos frente al virus respiratorio sincitial (VRS), causante de la temida bronquiolitis, una seria infección pulmonar que supone la causa más frecuente de hospitalización en bebés. Uno de cada 56 recién nacidos sanos acaba ingresado y entre diez y 15 mueren cada año. Con la incorporación del anticuerpo monoclonal Nirsevimab en el calendario vacunal infantil del Sergas, los niños gallegos se convirtieron el invierno pasado en los primeros del mundo en vacunarse contra este patógeno. El programa, pionero, evitó la enfermedad grave en 400 lactantes.

La campaña fue todo un éxito, tanto la determinación de pinchar a los pequeños como su ejecución, con un 98 % de adherencia entre los recién nacidos y un 92 % entre los de cero a seis meses. Pero tomar la decisión no fue sencillo: el anticuerpo se había probado en ensayos clínicos, pero no en el mundo real; no se sabía si iba a funcionar tan bien. «Es ahí donde se ve la importancia de una estrategia de salud pública pragmática, fundamentada en pruebas de alta calidad, de la gestión ágil y del seguimiento estricto de los resultados», señala el doctor Martinón. «Teníamos muy claro que el beneficio era muy alto y la seguridad del anticuerpo monoclonal, muy elevada —continúa Carmen Durán—. Contábamos con datos epidemiológicos gracias al sistema de vigilancia, con la foto de Galicia, así que sabíamos que este virus provocaba un elevado número de hospitalizaciones, y había evidencia de los buenos resultados de este medicamento. Sin embargo, el impacto económico era importante y un anticuerpo monoclonal no es una vacuna al uso, nunca antes se había inmunizado un grupo completo de población con este tipo de fármaco; estábamos vigilantes». Tras un estudio de coste-eficacia, la Consellería de Sanidade decidió dar el paso adelante. «Galicia arrastró al resto de comunidades y se convirtió en un ejemplo a nivel europeo y mundial», celebra la directora de Saúde Pública.

Pero en absoluto está la batalla ganada. El otoño está a la vuelta de la esquina y, con él, una nueva temporada de virus respiratorios. «El éxito del año pasado está muy bien, pero ahora arranca estación y volvemos a empezar —avisa Martinón—. Los niños que van a nacer parten de cero y tenemos que volver a poner en marcha otra vez el proceso. La temporada pasada nos ayudó mucho el terrible invierno que habíamos tenido en el 2022-2023, el virus sincitial estaba en la mente de todas las mujeres embarazadas, o a punto de embarazarse; sabían que era un problema grave. Nos ayudó que la gente entendiese el riesgo». Los clínicos advierten ante la autocomplacencia. «La decisión que se tomó fue la correcta, pero es importante continuar vacunando a los bebés —anota el doctor Trisac—. Dentro de dos o tres años casi no habrá bronquiolitis gracias a esta inmunización y la gente empezará a dejar de percibirla como una amenaza. No podemos relajarnos porque, si no, volverá. Es crucial seguir apostando por esto».

Hay además otro reto, el de convencer a los que no quieren ponerle la inyección a sus hijos. Las coberturas son elevadas, pero no son completas. «La mayoría de las personas que no se vacunan no están en contra de las vacunas, lo que pasa es que tienen dudas y no son capaces de resolverlas —comenta Martinón—. La persona opta por no inmunizar a su hijo creyendo que toma una decisión pasiva, que lo activo es vacunarlo y que eso supone un riesgo que, al no hacerlo, evita. Sin embargo, los riesgos están en la exposición natural al virus. Y este es un virus muy prevalente. Los niños, sí o sí, van a estar en contacto con él, y no se puede prever quién va a empeorar y quién no, con lo cual, la manera real de protegerlos es vacunándolos».

La mayoría de los que ingresaron el pasado invierno —revela Trisac— no se habían vacunado. Ninguno de los vacunados tuvo que ser ingresado en uci.

Lunes 23 de septiembre

Hay más de 14.000 niños gallegos vacunados frente al virus respiratorio sincitial, pero el problema, aunque controlado, está lejos de estar solucionado. A los que no se vacunaron, y siguen en riesgo e ingresando, se suman los que han nacido desde la pasada primavera. Este mes, arranca nueva campaña. Da todos los detalles Carmen Durán: «Comenzamos el próximo lunes 23 de septiembre con una nueva corte, con aquellos que nazcan a partir de ese día y hasta el 31 de marzo. Serán inmunizados directamente en el hospital, nada más nacer y también se vacunará los niños de riesgo, a los prematuros y a aquellos con patologías. Una semana después, el 30 de septiembre, empezaremos con la recaptación, citando en los 14 hospitales gallegos a los nacidos en los seis últimos meses, a partir del pasado 1 de abril».

Como en la pasada temporada, estos bebés serán convocados a través de SMS, que se enviarán a los teléfonos de sus padres. «A los que no han facilitado su móvil, los llamamos al fijo y, si nadie responde, una persona se encarga en cada área sanitaria de insistir», explica Durán. Este año, en vez de dos semanas, esta repesca se alargará tres semanas en los hospitales; posteriormente, en función de las tasas de adherencia, se estudiará su ampliación a los centros de salud. «A finales del año pasado pusimos en marcha el Observatorio Gallego de Salud Pública y esperamos tenerlo listo para poder publicar, semana a semana, las coberturas y la efectividad», dice.

El mejor calendario del mundo

Gracias al esfuerzo colaborativo, a la alineación de los agentes sociales, políticos y sanitarios, Galicia cuenta, actualmente, con el mejor calendario vacunal infantil del mundo, subraya Federico Martinón, jefe de Pediatría del CHUS. «Hay que seguir trabajando para mantenerlo, seguir incorporando nuevas vacunas», comenta. Y añade: «Son más salud, más calidad de vida, más esperanza de vida. Son una fuente de riqueza, la mejor inversión. Pero de nada sirven si no se utilizan».

Galicia vacunará de gripe este curso a los niños de dos a cinco años con un suero intranasal

La del virus sincitial no es la única infección respiratoria que puede complicarse, tanto en niños como en mayores. Los pediatras instan a no subestimar la gripe, que causa anualmente un millón de hospitalizaciones en menores de cinco años. «Los padres tienen la sensación de que la gripe no afecta a sus hijos, que queremos vacunarlos para proteger a otros y, aunque hay una parte de verdad, porque aspiramos a una protección poblacional, también es cierto que los más pequeños pueden desarrollar cuadros graves», advierte Durán. Su departamento, dice, hará un «enorme esfuerzo» este año para ampliar las coberturas. Por primera vez, Galicia incorporará a su calendario la vacuna de la gripe intranasal desde los 24 hasta los 59 meses. Habrá dos tipos: la habitual intramuscular y la suspensión para pulverizar. «Más fácil no puede ser, sin pinchazo», indica Martinón.

«No hay que banalizar siquiera los cuadros menores, porque tienen repercusiones sociales y laborales, trastornos en la logística familiar —anota Jose Luis Fernández Trisac, jefe de Neonatología del Chuac—. Que un niño esté enfermo probablemente implique que sus padres vayan a perder jornadas laborales. Y luego hay infecciones que pueden predisponer a tener problemas en el futuro».