La Voz de Galicia

El «cometa del siglo» exige madrugar y fijarse en el horizonte mirando al este

Sociedad

j. v. lado redacción / la voz
La hora y la dirección en la que mirar para ver el cometa

C/2023 Tsuchinshan-ATLAS es de los más brillantes de los últimos tiempos y probablemente nunca más se pueda volver a ver

26 Sep 2024. Actualizado a las 20:22 h.

«No peor dos casos será o cometa máis brillante dos últimos dez anos e, no mellor, polos datos que temos ata o de agora, dos máis brillantes do século e pode que ata de toda a historia». Así valora el astrofísico coruñés Borja Tosar la relevancia que tiene C/2023 Tsuchinshan-ATLAS —más conocido como «el cometa del siglo»— para los apasionados de la observación astronómico como él. Incluso para quienes no están tan versados o se acercan a estos fenómenos por primera vez porque se podrá ver a simple vista. Eso sí, hay que madrugar, fijar la atención casi en la línea del horizonte, esperar que acompañe un cielo despejado y tener algo de fortuna, porque todavía están por ver las características exactas con las que se puede presentar el fenómeno. «É que a astronomía ten este tipo de cousas. Podemos sinalar cunha precisión de menos dun segundo cando se vai producir un eclipse dentro de cinco séculos, pero isto non», aclara Tosar.

Los cometas, que por decirlo en términos muy de andar por casa son grandes masas cubiertas de hielo, tienen particularidades que dificultan su estudio. Este, por ejemplo, no fue descubierto hasta el 22 de febrero del año pasado, cuando se detectó por primera vez desde Sudáfrica. Y lo más importante, es muy probable que nunca más se pueda volver a ver, porque los datos disponibles apuntan a una procedencia lejana, incluso fuera de la galaxia, y no se corresponden con ninguno de los cometas conocidos y detectados anteriormente.

Los momentos idóneos para verlo son hoy al amanecer y en torno al 12 de octubre después de la puesta de sol, que será cuando se encuentre más cerca del Tierra. Entre medias, su paso ante el sol hará imposible observarlo.

 

A simple vista

Tal como destaca Tosar, unos prismáticos o un telescopio ayudan pero se puede ver perfectamente a simple vista. Hay esas ventanas de días para ver el cometa y unos momentos muy concretos. Mirando al este hoy a primera hora y mirando al oeste el mes que viene, pero nadie sabe cuándo será la fecha más propicia porque «a superficie do cometa son como una especie de géyseres e se hai un estoupido grande nalgún momento pode que se vexa máis outro día que o propio 12». De hecho, a medida que pasen los días a partir de esa fecha el fenómeno «xa se vai metendo máis na noite», con lo cuál puede ser más fácil observarlo que justo en el instante de la puesta de sol.

Aunque su brillo es llamativo, comparable al de algunas de las constelaciones más luminosas, lo que cabe esperar al verlo es una bola, como si se tratase de una estrella, con una larga cola más o menos difuminada por la capa de gas y polvo que la envuelve. Quienes traten de observarlo, se toparán «no con un punto brillante, sino más bien una coma, una manchita, y posiblemente una sutil cola en dirección opuesta al sol», según dijo a Efe Alfred Rosenberg, divulgador del Instituto de Astrofísica de Canarias. Rosemberg cree que se trata de un «cometa primerizo», de aproximadamente cinco kilómetros de diámetro, con bastante cantidad de hielo en superficie susceptible de evaporarse en su trayecto cerca del sol.


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