La Voz de Galicia

Cuando Ana Rosa Quintana, el fiscal y sus vecinos cuestionaron a Nevenka: «¿Cómo tarda tanto tiempo en denunciar»

Sociedad

I. G.
Nevenka Fernández en la rueda de prensa que dio en 2002 después de que la justicia le diera la razón en su denuncia por acoso sexual al alcalde de Ponferrada.

Tras dimitir como concejala y denunciar el acoso que sufría por parte del alcalde de Ponferrada a comienzos de siglo, fue juzgada socialmente antes de que los tribunales le dieran la razón

03 Oct 2024. Actualizado a las 17:00 h.

Con 26 años, en septiembre del 2000, la edil Nevenka Fernández pedía la baja laboral por depresión en el Ayuntamiento de Ponferrada. Decidía denunciar seis meses después por acoso sexual al alcalde de la localidad, el popular Ismael Álvarez, tras dos años siendo concejala de Hacienda en la ciudad berciana. Nevenka acabaría ganando ese proceso judicial. El 30 de mayo del 2002 Álvarez se convertía en el primer político condenado en España por acoso sexual. La sentencia estableció nueve meses de cárcel, una multa de 6.480 euros y una indemnización a la víctima de 12.000 euros. Sin embargo, esta victoria judicial de poco le sirvió a una Nevenka que puso tierra de por medio y se vio obligada a dar un giro de 180 grados a su vida. La joven y prometedora economista emigró primero a Inglaterra y después se fue a Irlanda para no volver, ya solo lo hace puntualmente, «para ver a mi abuela».

Durante todo el proceso vivió un infierno, ya que se produjo una revictimización en la que fue cuestionada por completo. Muchos de sus vecinos, el propio fiscal del caso y hasta presentadoras de programas de audiencias millonarias no la creyeron. Llegó incluso a retirarle su apoyo la Asociación para la Defensa de la Mujer Acosada, poco antes del juicio argumentaba «haber perdido la confianza» en Nevenka. 

El machismo del fiscal

El fiscal adscrito a la causa y que acabaría siendo apartado finalmente del caso, José Luis García Ancos, fue una de las figuras que más cuestionó su denuncia, sembrando así más dudas y críticas hacia la víctima, algo que se trasladó a los medios de comunicación y a la calle. «¡Usted no es la empleada de Hipercor que le tocan el trasero y tiene que aguantarse porque es el pan de sus hijos!» llegó a decir en la sala. En el juicio, sin embargo, quedó totalmente acreditada la verdad de Nevenka a través de una prueba pericial en la que cinco especialistas en psiquiatría y psicología señalaron que sus síntomas eran sin lugar a dudas los de una persona acosada.

Un acoso que detalló la víctima con precisión. Eran habituales los viajes con el regidor que acababan convertidos en auténticas encerronas, a los que ella iba pensando que se trataba de reuniones de trabajo con otros miembros de la corporación y acababan convertidos en sórdidas secuencias a solas con el alcalde. Nevenka llegó a revelar en el juicio que el regidor se había masturbado ante ella «mientras yo no podía irme».

Información relativa al juicio del caso Nevenka publicaba en La Voz el 1 de mayo de 2002HEMEROTECA

Ana Rosa Quintana: «Primero, ¿cómo se deja ser acosada?, Y después, ¿cómo tarda tanto tiempo en denunciar?»

La historia de Nevenka Fernández fue contada en el 2021 en una miniserie documental que puede verse en Netflix y la semana pasada la directora Icíar Bollaín estrenaba la película Soy Nevenka, despertando los aplausos en el Festival de Cine de San Sebastián. Pero ese respaldo mediático a la mujer valiente que dio el paso de denunciar a su acosador no existió sin embargo cuando estalló el caso.

En algunos medios no se la trató ni mucho menos como una pionera del MeToo o del «no es no». «Una chica que es licenciada, que tiene un máster, que es concejala de Hacienda, con una solvencia cultural… Primero, ¿cómo se deja ser acosada? Y después, ¿cómo tarda tanto tiempo en denunciar?», se expresaba una reina de la mañana televisiva de comienzos de siglo, Ana Rosa Quintana.

A estas declaraciones, rescatadas en el marco de una entrevista a la directora de la película que estos días puede verse en los cines en el programa de RNE El Ojo Crítico, Icíar Bollaín contestaba con rotundidad: «Nadie se deja ser acosado, uno es acosado o no lo es». Tal fue la imagen que se dio de ella, que Nevenka, que acudía al matinal radiofónico Hoy por hoy el pasado miércoles, agradece que en aquellos momentos no hubiera redes sociales, algo que habría supuesto ponerla todavía más en la diana: «una sabe cuándo es bienvenida y cuándo no en un lugar».  

Manifestaciones vecinales en su contra

Más de 3.000 personas salieron en apoyo del alcalde ponferradino cuando se conoció la sentencia. «Hay injusticias en la vida y una de las más grandes es la que le han hecho a este pobre hombre, no hemos tenido jamás un alcalde como este», señala una vecina a las cámaras que acuden a cubrir el acto en el 2002.

En la manifestación volvería a ponerse de nuevo el foco en la víctima. «A mí no me acosa nadie si no me dejo», se abalanza amenazante una vecina sujetando el micrófono al equipo de reporteros.


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